Joaquín Cordua
En la actualidad el financiamiento de la Fundación Chile proviene de la venta de sus servicios tecnológicos; de los resultados operacionales de sus empresas filiales; de la venta de estas empresas una vez finalizado su ciclo de tarnsferencia tecnológica, y de los intereses que producen sus inversiones financieras.
Cuando la institución fue creada, sus fundadores se comprometieron a aportar US$ 25 millones, cada uno, a fondo patrimonial de US $ 50 millones, según el siguiente calendario.
Durante sus primerosaños de actividad la Fundación Chile invirtió una fracción importante de esta suma en estudios y trabajos que permitieran definir sus programas iniciales y en la construcción de su sede central. Más adelante fue aumentando la proporción de sus costos de operación cubierta por la venta de servicios. En la década de los 80 una más marcada orientación comercial de sus programas condujo a seleccionar proyectos más rentables y a la creación de empresas productivas con una clara proyección económica. Esto junto a un buen manejo empresarial, ha permitido a la Fundación no sólo mantener su patrimonio inicial sino que aumentarlo.
Los fondos no utilizados en su operación anual son administrados por un Departamento de Inversiones. Este opera bajo la orientación general de un comité del Consejo Superior Directivo, el que tiene como criterio central la seguridad antes que maximizar la rentabilidad.
El Departamento de Inversiones también hace un seguimiento de las inversiones que la Fundación ha destinado a las empresas filiales (aquellas en que la Fundación posee más de un 50% de su capital) y coligadas (inversión menor al 50%).
Una de las características distintivas del modelo de transferencia tecnológica en la Fundación Chile es la creación de empresas demostrativas cuyo objetivo es mostrar en el país el potencial tanto técnico como económico de una tecnología que ya ha sido probada en el exterior y que permite generar nuevas oportunidades productivas basada en una innovación tecnológica en Chile.
La decisión de la Fundación Chile de incorporar la creación de empresas demostrativas a sus métodos de transferencia tecnológica surgió de algunos problemas que se originaron en sus primeros años de funcionamiento.
En algunas oportunidades la Fundación encontró que las empresas existentes desechaban algunos proyectos novedosos porque los percibían como excesivamente riesgosos o que tenían un período de maduración demasiado prolongado para sus criterios de inversión.
Además, observó que la tasa de introducción de nuevos productos y procesos no era tanto función de la oferta de tecnología, la que hoy resulta abrumadoramente grande en el mundo, sino más bien de la existencia de empresarios innovadores que identifiquen oportunidades de negocios rentables basados en tecnologías novedosas para el país.
Esta fue la base de la decisión de la Fundación Chile de implementar la creación de nuevas empresas demostrativas en su modelo de transferencia y difusión tecnológica.
La Fundación aborda esta creación ya sea sola o asociada con empresarios privados. Se busca una asociación principalmente en los casos en que el éxito del proyecto depende de contar con una experiencia prolongada en el sector productivo correspondiente, especialmente en los aspectos de comercialización y mercados.
También es importante la asociación en proyectos de gran magnitud en relación a los recursos de la Fundación.
Cuando estos dos requisitos no se dan, la Fundación prefiere abordar por sí sola la creación de estas nuevas empresas, con el fin de facilitar la administración del proyecto y evitar los potenciales conflictos de intereses entre los socios privados que lógicamente buscan maximizar la rentabilidad de la inversión y la Fundación cuyo objetivo primordial es la transferencia y difusión de una nueva tencología a través del éxito de una empresa que la utiliza.
El ciclo de transferencia y difusión se cierra una vez cumplido el objetivo de la Fundación de demostrar de una manera práctica las ventajas técnicas y económicas de la nueva tecnología. Entonces se traspasa el control de la empresa al setor privado, ya sea a través de una licitación nacional o internacional, dependiendo de la magnitud de la inversión requerida. Cuando la Fundación, por cualquier motivo, ha tenido una participación minoritaria, establece con sus socios un acuerdo para vederles en forma preferente su participación en la empresa.
En resumen, las principales fases del proceso de transferencia tecnológica mediante la creación de empresas demostrativas son:
El éxito de este mecanismo depende en gran medida de contar con un financiamiento amplio y de tener la seguridad de una operación autónoma y flexible.
1. Identificar una oportunidad para una nueva actividad productiva. Dicha actividad productiva debe emplear preferentemente una tecnología ya probada en el exterior, pero aún no utilizada en el país, siendo también ventajoso que se trate de un nuevo producto de exportación.
2. Introducir la nueva tecnología al país creando una empresa demostrativa. En ella Fundación Chile actúa sola o asociada a empresarios nacionales o extranjeros, según los criterio expuestos anteriormente.
3. Apoyar la nueva empresa en las áreas en que lo requiera. Esto ocurre principalmente en:
4. Difundir la nueva tecnología en el país. Con este objeto normalmente se seleccionan actividades empresariales en las que hay oportunidad para varias unidades productivas en Chile.
5. Vender la empresa demostrativa. Una vez que ella se ha estabilizado y comienza a dejar utilidades, se vende la participación de la Fundación en la empresa.
6. Búsqueda de nueva oportunidad para reiniciar el ciclo. Con la venta de la empresa demostrativa se completa el ciclo de transferencia tecnológica, el que se reinicia con la identificación de una nueva oportunidad en la que se puedan invertir los recursos liberados.
A continuación se resumen los aspectos positivos y también los principales problemas del mecanismo descrito:
1. La creación de una nueva empresa es un instrumento muy eficaz para incorporar nuevas tecnologías al país. Para un empresario privado el mejor argumento sobre las ventajas de utilizar una nueva tecnología es el éxito comercial conseguido por quien la ha empleado antes. Siempre hay interesados en seguir los ejemplos e invertir en proyectos que han conseguido buenos resultados económicos.
2. Nuestros empresarios generalmente no están acostumbrados a pagar sumas significativas por la compra de una tecnología. Es más fácil recuperar una inversión en tecnología a través de las utilidades anuales de una empresa o como una ganancia de capital al vender la participación en ella.
3. Una entidad cuyo objetivo es la innovación tecnológica estará más dispuesta a ejecutar proyectos de alto riesgo y elevada rentabilidad que un inversionista privado.
4. Es frecuente que los empresarios que aplican una nueva tecnología, en su afán de ahorrar recursos o acortar plazos, no muestren toda la potencialidad de ésta. Es muy importante para una buena difusión de la innovación que sus primeras demostraciones sean bien hechas, tanto respecto a las tecnologías de producción como de comercialización y en crear una imagen favorable del nuevo producto o servicio.
5. La participación activa de una institución tecnológica, facilita el proceso de poner de acuerdo a un grupo de socios minoritarios en la creación de una empresa innovadora. Además, es mucho más convincente la promoción de un nuevo proyecto si la institución tecnológica involucrada está dispuesta a invertir en él. Esto es una demostración de su confianza en el realismo del proyecto, e infunde confianza al resto de los inversionistas en el sentido que ella seguirá prestando su apoyo tecnológico tanto en la parte productiva como de comercialización.
6. Es fundamental para una institución tecnológica adquirir prestigio y credibilidad en la comunidad empresarial. El éxito tecnológico y, especialmente, el económico de sus proyectos le permite conseguirlo con mayor rapidez.
Es importante destacar también algunos problemas que se presentan al aplicar este mecanismo de transferencia tecnológica.
1. Hay un potencial conflicto de intereses entre la función de asistencia técnica de la institución tecnológica a las empresas y el que ella sea a la vez un productor comercial en el mismo rubro. Este problema, no obstante, puede disminuirse encargando ambas funciones a personas y departamentos distintos dentro de la organización.
2. La administración de un conjunto de empresas requiere una gran capacidad gerencial que normalmente no está disponible en una institución tecnológica. La actividad empresarial plantea además muchos problemas urgentes y de incidencia económica inmediata. Esto puede debilitar la gestión de la asistencia técnica a los clientes externos de la institución tecnológica.
No obstante los problemas señalados de este modelo de transferencia de tecnología, se puede afirmar que el resultado ha sido altamente positivo en el caso de la Fundación Chile, lo que se refleja en el prestigio que ha alcanzado la Fundación tanto a nivel nacional como internacional.