Arnoldo Pirela y Oswaldo Abreu
En cuanto al uso que hacen de la información, qué tanto y tan bien distribuyen la información en los diversos departamentos y que tanto la información que consiguen es efectivamente procesada e incorporada sistemáticamente en la toma de decisiones, la situación es también bastante mala (gráfico 7). Es claro que más del 65% de las empresas se ubica en los niveles Medio inferior y Bajo.
Gráfico 7
Uso que se hace de la información
Una mejor situación encontramos en el indicador que mide la disposición de las empresas a aportar o entregar información a la sociedad, para efectos de planificación, definición de política industrial o para estadísticas industriales de uso nacional e internacional (Gráfico 8). Prácticamente un 40% de las empresas se ubica en los niveles Medio superior y Alto. No obstante, es bueno señalar que no consideramos el asunto de calidad o confiabilidad en la información que aportan. A este respecto no tememos redundar en el señalamiento sobre la dificultad para dar información útil y confiable sobre la dinámica económica de las empresas. Este asunto se relaciona indudablemente con las deficiencias del sistema de recaudación fiscal. Es de hacer notar que, en sentido contrario a lo que sucede en los países altamente industrializados, en Venezuela las empresas dan más información sobre aspectos tecnológicos de la empresa que sobre los estrictamente económicos.
Algo más del 63% de las empresas está en una posición extremadamente débil y un 29% más en una posición débil. Tan sólo 7% de las consideradas en el análisis se puede ubicar con posibilidades de tomar posiciones competitivas en razón de su capacidad para recabar información y por la calidad y oportunidad de la información que manejan (gráfico 9). Tienen posibilidades de hacerlo, porque sus mayores debilidades son de estructura interna. Este es el indicador sobre cultura de la información que más directamente habla de las posibilidades que tienen las empresas para enfrentar retos y cambios en el contexto o entorno donde se mueven, pues toma en cuenta los recursos técnicos y organizativos para informarse veraz y rápidamente, tanto sobre el entorno, como sobre el curso de sus propias operaciones y evalúan el desempeño en este asunto.
Gráfico 8
Disposición a aportar información a la sociedad
Gráfico 9
Interés en recabar información vs cualidad
o grado de información
De los tres sectores el que tiene mayores problemas es Construcción y Servicio en Campo, pues casi el 90% de las empresas encuestadas está en una posición extremadamente débil. Solo dos de ellas están en una posición en la cual podrían mejorar sobre la base de importantes esfuerzos para llegar a niveles más altos en calidad y en estructura que hagan perdurar las ventajas en el tiempo.
Las empresas de Ingeniería y Consultoría y del sector de Manufactura tienen un comportamiento similar, que en general podríamos llamar con potencial para mejorar.
Este indicador complementa el anterior, en la medida que nos habla de cuánto la empresa aprende de la información que obtiene. El 64% de las empresas está en una posición muy débil y otro grupo, algo superior al 27% de las empresas, está en una posición débil (cuadro 1), aunque varias empresas de ese grupo podrían mejorar notablemente si identifican fuentes de información más pertinentes para su negocio y de mayor actualidad. Las empresas que evidencian posibilidades de mejorar si se estructuran mejor para buscar información, también deben hacer un esfuerzo para descentralizar la información y difundirla, de forma que fluya mejor entre los distintos departamentos de la empresa. Sólo de un número reducido de empresas podemos decir: son organizaciones que efectivamente han estructurado prácticas que las hacen aprender de la información que obtienen.
Cuadro 1
Uso que hace de la información
vs. cualidad o grado de la información
Cualidad o grado de información | |||||
Bajo | Medio | Alto | |||
Total | 52,7% | 40,0% | 7,3% | ||
Uso que hace de la información | Bajo | 36,4% | 21,8% | 14,5% | 0,0% |
Medio | 58,2% | 27,3% | 23,6% | 7,3% | |
Alto | 5,5% | 3,6% | 1,8% | 0,0% |
Cuadradas: muy débil, Cursivas: débil con potencial de mejorar, Negrillas: fuertes
De nuevo, las empresas con más problemas (80%) son las de Construcción y Servicio a Pozos. Pero encontramos diferencias significativas entre las empresas de Consultoría (el 58% está en el nivel de extrema debilidad en el uso que hace de la información) mientras que un porcentaje significativamente menor (47%) de las manufactureras se ubica en esa posición. Y, en las posiciones relativamente más altas encontramos a algo más del 26% de las empresas de Manufactura, contra un escaso 10,5% de las de Consultoría e Ingeniería. Obviamente las empresas de Manufactura hacen mejor uso de la información que obtienen.
La disposición a aportar información a la sociedad es uno de los indicadores más interesantes para medir los grados avanzados de desarrollo de una cultura de la información en la empresa o en un sector determinado, como el que tenemos bajo estudio. En ese nivel avanzado se logra no sólo preocupación por la información, sino una capacidad de discernir acerca de lo que se puede difundir y lo que es verdaderamente sensible para la seguridad de la empresa. Los resultados indican algunas diferencias respecto a los otros indicadores cruzados. El 60% de las empresas está en una posición extremadamente débil y un 23% está en una posición débil (cuadro 2). No obstante, es de hacer notar que 17% de las empresas ha dado un paso importante en el desarrollo de su cultura de la información, pues son empresas que parecen entender mejor qué tipo de información es verdaderamente sensible y cuál pueden entregar sin riesgos. La mayoría de ellas parece haber entendido cuáles son las piezas de información que merecen ser protegidas y cuáles pueden entregarse a la sociedad sin miedo a sufrir algún perjuicio. Algunas de las empresas han alcanzado niveles medios de calidad de información, no obstante las tremendas dificultades que conocemos existen en Venezuela para estar bien informadas, tanto sobre el contexto como sobre sus propias operaciones. Obviamente estás son las empresas que ponen en evidencia los defectos de este contexto oscuro y de reglas de juego no claras para el desarrollo de la competencia. Estas son las empresas que pueden con autoridad y propiedad demandar reglas claras, pues poseen una cultura que sacaría provecho competitivo inmediato de ello.
Cuadro 2
Disposición de aportar información a la sociedad
vs. cualidad o grado de la información
Cualidad o grado de información | |||||
Bajo | Medio | Alto | |||
Total | 52,7% | 40,0% | 7,3% | ||
Disposición de aportar información a la sociedad | Bajo | 38,2% | 30,9% | 7,3% | 0,0% |
Medio | 47,3% | 21,8% | 23,6% | 1,8% | |
Alto | 14,5% | 0,0% | 9,1% | 5,5% |
Lisas: muy débil, Cursivas: débil con potencial de mejorar, Negrillas: fuertes
De nuevo es consistente el dato que evidencia un más bajo nivel de las empresas de Construcción y Servicio a Pozos (79% de las empresas), aunque relativamente mejor que en los otros dos indicadores anteriores. También encontramos pequeñas diferencias en el nivel más débil, entre las de Manufactura (47%) y las de Consultoría (53%). Similar distribución de las proporciones entre los tres sectores encontramos en los niveles relativos más altos. En primer lugar, con más potenciales las de Manufactura; en segundo lugar, muy cerca las de Consultoría y, en el último, las de Construcción. Hay que destacar un grupo de doce empresas, ocho de Manufactura y cuatro de Ingeniería y Consultoría, que están, simultáneamente, entre las mejor informadas y las que evidencian más disposición a aportar información a la sociedad.
No sería necesario insistir sobre el papel que juega la información en el desarrollo competitivo de las empresas, particularmente en esta sociedad informatizada de hoy. Hemos señalado que una explicación relevante acerca del problema de la integración de las diversas dimensiones en la gestión de la empresa, se relaciona precisamente con la función de gestión de la información.
Los datos del indicador total (gráfico 10) ponen en evidencia el nivel de los problemas que presenta el «cluster» de proveedores de la industria petrolera y petroquímica en materia de búsqueda de información especializada, uso de la información, disposición a aportar información a la sociedad y, finalmente, en el nivel, grado y calidad de la información de que dispone la empresa para tomar decisiones. Este último incluye la información necesaria y de calidad, tanto de las propias operaciones de la empresa como de los diversos aspectos del contexto que afectan su desempeño. Ni una sola de las empresas acumula méritos para ubicarse en el nivel más alto de la distribución: 75% por ciento o más de los puntos requeridos por el indicador experto. Casi el 70% de las empresas está en una posición general de extrema debilidad y un poco más del 30% está en una posición de nivel intermedio que les permitiría avanzar si asumen una estrategia más activa en esta materia.
Gráfico 10
Indicador de Competitividad Estratégica (ICE)
de cultura de la información de las Empresas