Francisco Astudillo Gómez y Miguel Arteaga (M.T.I. de Venezuela)
Ahora bien, ¿cuáles son básicamente las. tecnologías aplicadas para la producción industrial en dichos sectores?
En primer lugar tenemos, los procesos do fermentación por microorganismos que consisten en reacciones químicas para la generación de productos come antibióticos, vitaminas, vacunas, aminoácidos, esteroides, alcaloides y reactivos de diagnóstico, todo de la industria farmacéutica. Igualmente se utilizan procesos de fermentación en la industria de alimentos para la producción de quesos, cerveza, vine, etc.; en la industria energética para la obtención de etanol y biogás; en la industria química para lograr ácido cítrico, ácido láctico, etileno, acetaldehido, acetona, butanol y butadiene, y en la industria agrícola par a la obtención de pesticidas. A través de la ingeniería enzimática, se producen edulcorantes para la industria de alimentos.
Otra tecnología utilizada en la llamada ingeniería genética o ADN recombinante, consistente en los conocimientos técnicos que permiten la introducción de genes en una célula provenientes de otra especie. De esta forma se han obtenido productos para la industria de medicamentos como el interferón, insulina humana, hormonas, vacunas, anticuerpos monoclonales.
La hibridación de células somáticas, consiste en la fusión de protoplastos o sea la parte viva de la célula compuesta por el núcleo y el citoplasma. Esta técnica en la industria agrícola permite la producción de semillas protéicas, por ejemplo, en la composición de la proteina de la semilla, en la aptitud de fijar el nitrógeno, en la capacidad de resistencia a los herbicidas, a los insectos nocivos y a los agentes patógenos (9).
Por último, tenemos la fusión de células (hibridomas) para la producción de anticuerpos monoclonales. La fusión de células productoras de anticuerpos y células tumorales, produjo los citados anticuerpos. La aplicación de esta técnica puede tener gran relevancia en la industria farmacéutica, a través de la producción de equipos para el diagnóstico de enfermedades y detección del cáncer.
Como detalle curioso ilustrativo, el, cual servirá de abreboca para el tema siguiente donde analizaremos las condiciones objetivas de patentabilidad, la técnica de los hibridomas se debe en gran parte a las investigaciones de Kohler y Milstein, quienes propusieron al gobierno británico patentar dicha técnica. AI no obtener respuesta, publicaron su comunicación en la revista Nature el 14 de mayo de 1975 y el gobierno británico perdió, de esta manera, la oportunidad de patentar un invento considerado come uno de los más importantes del decenio de 1970 1980 (10). Al publicar los resultados de su idea inventiva, éstos fueron considerados dentro del estado de la técnica perdiendo la necesaria novedad que todo invento debe tener pare ser objeto de patente. El objetivo final de todo investigador científico es publicar los resultados de su labor. No obstante, la difusa frontera entre descubrimiento a invención en el campo de la biotecnología y el desconocimiento de las condiciones de patentabilidad, pueden obstaculizar la obtención de un título de patente de un resultado de investigación, así éste sea considerado una invención.
¿Pueden los países en vías de desarrollo aplicar y desarrollar estas tecnologías?. ¿Están dadas las condiciones para ello? Nuestros países siguen presentando los mismos obstáculos que caracterizan a los países en vías de desarrollo. En materia económica, se continúa presentando lo que Martine Hilance a Yves Plasseraud llamaron en 1972, la “subindustrialización” o una economía “preindustrial” (11), con un sector agrícola limitado al autoabastecimiento y una capacidad científica y técnica restringida, con poca credibilidad para abordar programas de desarrollo industrial.
En el área de la biotecnología, la situación no es diferente, aunque cabe destacar que la mayor parte del gasto en investigación y desarrollo en los países del Grupo Andino se hace en ciencias biológicas. Otros aspectos positivos destacados en la Cuarta Reunión del Consejo Andino de Ciencia y Tecnología y Segunda Reunión Extraordinaria del Comité Directivo del Sistema Andino de Información Tecnológica, son: la existencia de empresas andinas preparándose, para reconvertirse a la producción biotecnológica de productos de interés para el sector agropecuario y la existencia de recursos humanos que podrían actualizarse. El esfuerzo de formación de disciplinas biológicas ha recibido atención en los últimos años; hay evidencias en varios países andinos sobre la producción de resultados de ID, se trabaja en aspectos de la manipulación genética, fijación de nitrógeno, tejidos in vitro en productos vegetales escogidos y aplicaciones específicas en salud humana y animal. También existen coincidencias de objetivos en las políticas nacionales en biotecnología, en algunos países de la subregión. (12).
Todo esto es cierto, evidenciándose en el número de instituciones de la subregión que ofrecen capacitación en áreas de la Biotecnología. A1 respecto, en 1986 se realizó una encuesta en 95 instituciones para proveer un marco de referencia en investigación, capacitación y desarrollo de la biotecnología agrícola en los países de América Latina y el Caribe. Dicha encuesta reflejó que en la subregión existen catorce instituciones con capacitación en servicios, contra once en Brasil, siete en México y siete en el Cono Sur. En asesoría técnica, tenemos once, mientras Brasil posee quince, México ocho y el Cono Sur tres. La misma encuesta señala que de las seis áreas diferentes de investigación contempladas, hay preferencia marcada por el use de tecnologías celulares como el cultivo de tejidos, confirmándose así que las tecnologías más extendidas en los países de América Latina, están asociadas con una aplicación a corto plazo y con baja inversión. Queda claro igualmente, que las tecnologías que requieren mayor inversión y especialización, como las moleculares, son las de menor empleo actual en la región (24 por ciento de las 95 instituciones) (13).
Existe pues coincidencia en diversos estudios al señalar que, por la tradición agrícola y diversidad de microclimas, el cultivo de tejidos vegetales aparece como una opción clara para los países de la subregión (14). Para 1984, existían 8laboratorios de cultivos de tejido en Venezuela de los cuales 7 están dedicados a la investigación agrícola. (15).
La encuesta señalada anteriormente, indica que los avances tecnológicos en el área agrícola han sido estimulados por dispositivos legales sobre derechos de protección de plantas y nuevas formas de vida. En los Estados Unidos existe una ley para el patentamiento de plantas (Plant Patent Act de 1954) de reproducción asexual, exceptuando las que se reproducen por tubérculos, la cual confiere al inventor o descubridor el derecho a excluir a otros de reproducir asexualmente la planta, o utilizarla o venderla (35. U.S.C. 181).
La obtención de plantas producidas sexualmente, no pueden patentarse bajo la citada Ley de Patentes, pero son objeto de protección especial, por cuanto pueden protegerse bajo la Ley de Protección de Variedades Vegetales (Plant Variety Protection Act) (7 U.S.C. 2321 y SGTES). Las funciones de esta Ley son administradas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, concediendo protección por 18 años al titular de un certificado de protección de una nueva variedad, quien puede impedir que terceros vendan, importen, exporten, multipliquen la nueva variedad para su introducción al mercado y la utilicen para producir híbridos o nuevas variedades a partir de ella.
De la misma forma, existe el denominado Convenio Internacional para la Protección de las Nuevas Variedades Vegetales, suscrito el 2 de diciembre de 1961, el cual constituyó la Unión para la Protección de Nuevas Variedades de Plantas (UPOV). Este convenio ha sido modificado el 10 de noviembre de 1972 y el 23 de octubre de 1978, perteneciendo a dicha Unión hasta el presente los siguientes países: África del Sur, República Federal de Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Estados Unidos de América, Francia, Holanda, Hungría, Inglaterra, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelandia, Suecia y Suiza.
En la introducción de este trabajo señalamos el carácter estimulador del sistema de patentes para la inventiva y el desarrollo tecnológico. Pero igualmente hicimos notar, que las patentes de invención no han cumplido con este papel en los países en vías de desarrollo. No parece acertado para nuestros países, otorgar por los momentos protección y privilegios de exclusividad para la explotación de nuevas variedades vegetales, simplemente por el hecho de hacerlo y bajo los esquemas del sistema de patentes tradicional.
En los países en vías de desarrollo, el 90 por ciento de las patentes son de origen extranjero (16), permaneciendo la mayor parte de ellas sin explotarse por sus titulares. ¿Qué garantiza que no sucederá algo similar con los resultados de la investigación biotecnológica? La incidencia de la biotecnología en el sector de los alimentos y la salud es decisiva. El uso de conocimientos patentados o protegidos debe pagarse. Esto incide obviamente, en los costos de producción de los alimentos y medicamentos. El no proteger o patentar los resultados de la biotecnología, permite el uso de éstos sin costo alguno. Planteadas las cosas de esta forma, parecería prudente para nuestros países no conceder privilegios de explotación para dichos resultados. No obstante, la concesión de una protección controlada que garantice el acceso a los conocimientos tecnológicos del extranjero y una explotación efectiva y garantizada de los resultados patentados, podría ser incentivo para mayores inversiones en investigación y el logro de innovaciones tecnológicas locales.
(8) Quintero Ramírez, Rodolfo. Obra citada pág. 2.
(9) Para detalles véase Straus, José. La Protección de las Investigaciones Biotecnológicas per la Propiedad Industrial. CMPI/281. Ginebra, Julio 1985.
(10) Sasson, Albert. Obra citada, Pág. 108.
(11) Hilance M. y Plasseraud, Y. Obra citada, Pag. 27.
(12) Junac. Perfil del Programa “La Biotecnología en el Desarrollo Andino”. C. CT/I/ d t 7. Caracas 09 10 86.