Documento elaborado por la Dirección de Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Fomento.
RESUMEN: |
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La amplia difusión de la tecnología microelectrónica a nivel mundial está afectando directa o indirectamente la evolución de la mayoría de las tecnologías de producción de bienes y servicios, convirtiéndose en un sector de vital importancia para el desarrollo de la economía de cualquier país.
La dinámica tecnológica de este avance viene estimulando una creciente y compleja diversificación de las. aplicaciones de la microelectrónica, que esta generando en la más amplia gama de actividades productivas y de servicios aumentos significativos en la productividad, que afectaran incluso la competitividad internacional de los productos tradicionales. Este proceso ha inducido y planteado la necesidad de que los países modifiquen rápidamente sus estrategias de desarrollo, y diseñen sus políticas industriales en función de esta prospectiva tecnológica; y que en particular favorezcan el desarrollo la industria electrónica e informática con un tratamiento sectorial específico.
Esta transformación tecnológica profunda en la que el elemento clave del cambio es la microelectrónica, se manifiesta en el hecho de que existiendo un contexto de depresión y estancamiento en la economía de los países industrializados, la producción y la demanda de la industria electrónica están creciendo mucho más rápido que el PTB mundial, y que particularmente los equipos y sistemas dedicados a la industria y los servicios tienden a absorber una proporción cada vez mayor de la demanda de productos electrónicos.
Aunque la precariedad de la información estadística de importaciones no permite estimarlo con precisión, en Venezuela, este hecho se manifiesta directamente en importación creciente de equipos electrónicos de computación, telecomunicaciones, instrumentación y control industriales etc.; con la particularidad que un porcentaje relevante de esta demanda se concentra en las empresas y organismos del estado.
Ante esta tendencia, el país no debe continuar en su actitud de receptor pasivo y ser inundado por productos, equipos y sistemas, para los cuales no ha desarrollado capacidad de selección, producción y mantenimiento, y por lo tanto se hace necesario establecer desde ahora una estrategia de desarrollo del sector de electrónica e informática en la que las empresas y organismos del sector público tengan un papel activo fundamental.
En cuanto a las vías posibles para promover el desarrollo industrial se pueden considerar, grosso modo, dos alternativas; una, la vía tradicional de sustitución de importaciones importar tecnología para generar capacidad de producción en productos específicos, y otra, la de promoción de empresas nacionales con potencialidad y capacidad para producir equipos y sistemas con tecnología propia.
Aunque la vía de promover la industrialización potenciando la capacidad nacional de generación de tecnología no es la razonable para cualquier momento y cualquier rama industrial, si se considera conveniente y factible para el desarrollo de la industria de aplicaciones de la microelectrónica, en particular, la industria de electrónica profesional. Ello porque en el área de aplicaciones (a diferencia del área de componentes o de productos de consumo masivo) es posible desarrollar la industria en base a profesionales de alta calificación académica y con una inversión inicial pequeña. Esta vía parte del desarrollo de capacidad en diseño y fabricación de equipos sencillos, capacidad en informática, en ingeniería de sistemas y mantenimiento. Permitiéndose de esta manera una viable racionalización industrial con una fuerte red de interacción desde el inicio.
Se propone que el núcleo dinámico para el desarrollo de la industria electrónica e informática en el país sean las empresas nacionales de electrónica profesional, entendiendo por ello a las empresas capaces de desarrollar y fabricar equipos de procesamiento de datos, instrumentación y control de procesos, telecomunicaciones y otros equipos especializados, individuales o en forma de sistemas integrados, esto no excluye esquemas de asociación con empresas de reconocido liderazgo en el sector como vía de acceso y actualización tecnológica así como la de realización conjunta de proyectos de investigación y desarrollo.
En este sentido, el sector electrónico ofrece características muy particulares que permiten la acción de pequeñas empresas, que, además sirven de prototipo de un nuevo estilo de industrias más autónomo en cuanto a la tecnología, menos necesitadas de protección, menos dependientes del estado, con productos de alta calidad, con capacidad para diseñar y fabricar productos adaptados a las necesidades especificas del mercado y con capacidad exportadora.
Uno de los aspectos centrales para el desarrollo de esta industria innovadora es la promoción del ingeniero nacional como empresario, en virtud de su capacidad de diseño propia, de sus criterios para evaluar los equipos que importa y la tendencia a poner el acento en la eficiencia en el proceso de fabricación.
La vía de promoción y consolidación de empresas innovadoras en este sector de electrónica e informática estaría dirigida específicamente a privilegiar a aquellas que se dediquen a la fabricación de bienes de capital de diseño nacional, aunque no excluye la sustitución de importaciones en la industria de electrónica de consumo, el desarrollo de este sector no se basaría en ella.
En cuanto a la industria de componentes, la proposición sería la de promover la producción de aquellos para los que la evolución y expansión del sector global de electrónica creara un mercado suficiente para la producción especializada de partes y componentes electrónicos, sin que esto signifique restringir la flexibilidad de la industria de electrónica profesional para el uso de los componentes de avanzada disponibles en el mercado internacional, sin embargo, por la importancia estratégica que significa esta industria para el desarrollo de una industria de aplicaciones innovadora, sus alternativas y posibilidades requieren de un tratamiento especifico. No obstante, es conveniente señalar que dada la disponibilidad en el mercado internacional de componentes de creciente versatilidad bajo costo, en esta fase inicial la producción de chips y circuitos integrados en el país no es un factor crítico para el desarrollo de empresas innovadoras en base a aplicaciones de la tecnología electrónica.
Frente a esta propuesta general de estrategia para el desarrollo de un sector industrial innovador clave para el futuro económico de la producción de bienes y servicios, el país cuenta con una plataforma desarrollo, modesta todavía, pero con logros que permiten vislumbrar un potencial considerable a mediano plazo. Dicha plataforma esta constituida por un pequeño número de empresas innovadoras en el sector de electrónica profesional, cuyas características fueron analizadas en un estudio realizado por la Dirección de Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Fomento.
Este grupo de empresas ha acumulado ya suficiente experiencia y realizaciones que permite un análisis preliminar del enfoque innovador utilizado y formular de esta manera un modelo de desarrollo que incentive el crecimiento autosostenido de este estilo de industrias.
La experiencia internacional, corroborada por la experiencia de las empresas nacionales, indica que el desarrollo de este tipo de compañías basadas en el diseño propio atraviesa por tres etapas: una primera fase centrada en la selección y desarrollo del producto inicial, donde el elemento clave es la ingeniería de diseño y producción, una segunda fase de ampliación y consolidación en la cual los problemas relevantes tienden a ser la consistencia de la calidad, la capacidad de mercadeo y de dar asistencia al cliente; finalmente la fase de crecimiento autosostenido, cuyo requerimiento clave es el desarrollo de aptitudes de gerencia para manejar una organización compleja y dinámica, tanto a nivel de generación de productos como a nivel de captación de mercados.
Esto nos sirve para indicar que una política de apoyo, tiene que ser flexible y capaz de responder a los cambiantes requerimientos de cada empresa a medida que esta evolucione. No es lo mismo proveer capital de riesgo para un primer proyecto en el inicio de una empresa que dotar del mismo capital de riesgo a una empresa innovadora ya establecida en el mercado. En el primer caso la evaluación se centraría en las perspectivas reales de venta del producto y en la capacidad técnica del solicitante; en el segundo, habría que analizar las perspectivas del nuevo producto en el contexto de la estrategia de desarrollo de la empresa.
Pero una política de apoyo a este sector no reside sólo en programas de financiamiento sino fundamentalmente en programas que favorezcan la apertura del mercado tanto público como privado, y mucho más en un país donde no hay un ambiente que estimule la demanda por la tecnología y producción nacional. En este sentido, debido a que las empresas del sector público han sido un mercado fundamental para el desarrollo de las empresas de electrónica profesional, se hace necesario una acción dirigida a una mayor y más activa apertura de este mercado. Para lo cual, uno de los instrumentos para lograrlo es la aplicación decidida de lo establecido en el decreto "Compre Venezolano".
Y más aún, para lograr resultados significativos a largo plazo, habría que solicitar la colaboración de los grupos técnicos de las empresas del sector público, para la identificación de equipos y sistemas que puedan ser desarrollados por las empresas nacionales de electrónica e informática, de tal manera de apoyar su desarrollo en la fabricación de líneas especializadas de productos cuya demanda fundamental sea la generada por las mismas empresas del estado.
En este sentido, los elementos de un programa de promoción activa de la tecnología electrónica local por parte de las empresas del sector público serían los siguientes:
Finalmente, queremos recalcar que los instrumentos del programa de apoyo al sector de electrónica e informática deben ser promocionales en cuanto a proveer mercados, facilitar financiamiento, reducir los costos, pero a su vez, exigentes en cuanto a la calidad de los productos y precios, es decir, un conjunto de requisitos que induzcan altos índices de productividad.