ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 44, Nº 02, Año 2023
ANGARITA, G.N. & GÓMEZ, L.M. «La minería y su impacto económico y ambiental: desarrollo de los pasivos
ambientales mineros en Colombia»
pueblos del neolítico explotaban filones de sílex, ocre y distintos tipos de piedra, arcilla, sal y demás minerales
que en la época eran de fácil acceso. Esta actividad se ubica en los años 6000 a.C, época en la cual el hombre
implementaba diversos recursos para la fabricación de utensilios o herramientas especialmente con fines de
supervivencia y desarrollo.
Con estas dos concepciones, se puede decir que los inicios de la minería son muy antiguos y mantienen en común
la necesidad del ser humano, la supervivencia, y que los recursos extraídos eran implementados únicamente
como herramientas temporales que se desechaban cuando ya no cumplían con su función o caían en desuso. No
obstante, la minería se fue ampliando, permitiendo su ejecución y producción con fines constructivos, de los
cuales, se fueron empleando técnicas metalúrgicas para continuar progresivamente con la actividad y así, tener
mayores posibilidades de explotar otros recursos, lo que, a la vez, fue incentivando algunas mejoras pertinentes
del oficio (Escanilla Artigas, 2016).
Colombia por su ubicación geográfica en un país con una gran abundancia en recursos naturales, entre ellos
minas y territorios de los cuales se pueden extraer carbón térmico, carbón metalúrgico, coque, ferroníquel, oro,
platino y esmeraldas, ejes fundamentales de la economía extractivista, fuente principal de ingresos en el
territorio colombiano. Este potencial minero se ubica específicamente en torno a la Cordillera de los Andes
gracias a las condiciones geológicas del territorio colombiano que ofrece diferentes ambientes que permiten esa
tendencia metalogénica que favorece altamente puntos de depósitos metálicos especialmente de oro, plata y
cobre (Colombia un país con grandes recursos minerales y potencial productivo, por presidente de la ANM, 2022).
Así como la minería genera beneficios particularmente económicos para un país como Colombia, también causa
problemas ambientales que se producen principalmente por la práctica ilegal. Este tipo de explotaciones mineras
han empezado a ocasionar graves impactos sobre el medio ambiente, siendo el recurso con mayor afectación el
hídrico,. A pesar de que en Colombia existen entes jurídicos que regulan este aspecto, la realidad se aleja de lo
ideal y existen altos índices de explotación minera ilegal, de tal manera que se están vulnerando derechos
humanos relacionados con el manejo de recursos ambientales, entre los cuales se resalta la afectación a fuentes
hídricas que no permiten que en algunas regiones de Córdoba y Antioquia, entre otras, sus habitantes tengan
acceso digno al derecho del agua, al goce de un ambiente sano, al equilibrio de fauna y flora, al desarrollo
sostenible, la conservación ecológica y sla eguridad alimentaria, entre otros derechos. (Güiza Suárez, 2016).
Según diferentes estudios desarrollados en Colombia, los impactos más relevantes a fuentes hídricas son: la
contaminación de afluentes con mercurio y cianuro, minerales que son usados usualmente en actividades
mineras; eliminación de afluentes de ríos, que a su vez se ven afectados por la erosión provocada por la actividad
minera; afectación a la fauna propia de tales ecosistemas y la deforestación en montañas pertenecientes a
páramos en donde se genera agua en grandes cantidades. Un ejemplo claro de este fenómeno es la lucha
constante que tienen los habitantes del departamento de Santander para proteger el páramo de Santurbán que
es fuente vital de recurso hídrico de la región y es objetivo de empresas mineras para la producción de oro (Güiza
Suárez, 2016).
3.1. El sector minero como fenómeno global
La minería en la última década está presentando un auge nunca visto a nivel mundial, la nueva era digital y
tecnológica ha generado gran demanda en cierto grupo de materias primas, minerales y metales preciosos, cuyas
cantidades extraídas se han multiplicado exponencialmente (Concha, 2017). A su vez productos como la bauxita,
aluminio, antimonio, arsénico, baritina, bismuto, borato, bromo, cadmio, cromo, carbón, cobalto, cobre,
diamante, diatomita, feldespato, fluorita, oro, grafito, yeso, yodo, acero, mineral de hierro, magnesio, mercurio,
molibdeno, potasio, sal, estaño, titanio, fósforo, principalmente, representan 90% de la producción mundial
(British Geological Survey, BGS, 2016).
Sin embargo, en algunos países industrializados como Francia, Estados Unidos, Italia y Japón hay incertidumbre
en cuanto a la disponibilidad de los minerales necesarios para la producción, debido a que son minerales de