Vol. 39 (Nº 32) Año 2018 • Pág. 30
María del Pilar VITERI Vera 1; Mauro Carlos TAPIA Toral 2
Recibido: 23/02/2018 • Aprobado: 04/04/2018
RESUMEN: La evolución que dentro de la economía ecuatoriana ha sufrido la producción agrícola en favor del sector servicios orientado por la elección educativa es motivo de interés para un país eminentemente agrícola pues da un giro a las actividades económicas tradicionales ecuatorianas. La investigación propuesta realizó un análisis de correlación lineal de las variables: opción de formación académica por tipo de industria, evolución de los sectores productivos medidos por el PIB y las exportaciones netas. |
ABSTRACT: The evolution within the Ecuadorian economy has suffered from agricultural production in favor of the services sector, guided by the educational choice, is of interest to an eminently agricultural country since it gives a turn to traditional Ecuadorian economic activities. The proposed research carried out a linear correlation analysis of the variables: choice of academic training by type of industry, evolution of productive sectors measured by GDP and net exports. |
Ecuador desde su fundación basó su producción a través de los recursos primarios: cacao, banano, café, atún, flores, camarón y otros que se obtienen directamente de la naturaleza y cuya comercialización no involucra mayor transformación o valor agregado. A partir de los años setenta el boom petrolero transforma el sistema de la matriz productiva, pasando de una producción agrícola a una industrial, pero fundamentada en un recurso de tipo natural.
Las actividades agrícolas en Ecuador contribuyen a la generación de capital que permite movilizar a la industria secundaria, sin embargo, las estructuras agrarias ecuatorianas aún no alcanzan niveles que les consientan transformar sistemas agroindustriales que generen sinergia financiera y comercial.
El crecimiento económico se ve influenciado por la productividad que en materia agrícola se desarrolla a nivel estatal vía oferta de producción y exportaciones agrícolas, así, las políticas sectoriales industriales afectan negativamente al sector agrícola, afligiendo de manera importante a los recursos que se movilizan en estas secciones.
Invertir en agricultura no solo implica destinar el capital, incluye emprender acciones sostenibles que sean manejadas por instituciones que fomenten el desarrollo, investigación e innovación de las capacidades humanas destinadas a este sector.
A partir del siglo XXI en Ecuador toma fuerza el “sector servicios” quien se ha constituido en el más dinámico a nivel comercial porque genera talento humano y conocimiento siendo más fuerte y menos vulnerable frente a las crisis económicas, ganándole espacio a la producción agrícola que por tradición ha marcado el rumbo económico después de las exportaciones petroleras.
Surge entonces la interrogante, ¿la economía ecuatoriana actual realmente se basa en la producción agrícola? Los niveles educativos ¿se desarrollan en materia de fortalecimiento agrícola? La investigación propuesta aborda esta problemática interrelacionando variables que incluyen a la educación como herramienta para la creación de orientaciones laborales efectivas.
El presente trabajo se divide en seis partes: la primera una introducción general de la temática abordada que brinda al lector la posibilidad de comprender la problemática investigada. La segunda parte la compone el marco teórico y legal que manifiesta en forma coherente el problema incorporando literatura que permita situar al problema dentro del contexto científico en el que se desenvuelve. Posteriormente se explica la metodología empleada con los respectivos apartados de resultados y discusión. Finalmente se exponen las conclusiones a las que luego de un análisis profundo han llegado los autores.
El sector agrícola dentro de las ciencias económicas ha manejado intensos estudios debido a la generación de riqueza que esta actividad produce, así los enfoques van desde los Fisiócratas, pasando por Smith y Ricardo, Marx para llegar a pensamiento empresarial de Walrás y la corriente neoclásica.
Para los Fisiócratas la agricultura era la única fuente de riqueza que orientaba las acciones de toda actividad productiva económica. En 1776 Smith incluye las variables: tierra – trabajo - capital las cuales son consideradas como factores de producción siendo el trabajo quien construía el valor. Luego en 1821 Say manifiesta en sus estudios económicos que el factor clave de crecimiento económico se basa en la producción agrícola manejando los conceptos de demanda para los productos. En 1818 con Ricardo surge el concepto de salario, utilidad y renta que variaban en definición en función de:
Así la producción agrícola y las relaciones sociales permiten reinvertir generando acumulación de capital. Para Malthus (1820), la interrelación económica en el sector agrícola era vital a través de la producción alimenticia. Es así que Marx incorpora el capital a la tierra, dando un papel protagónico al trabajador agrícola, donde los sistemas socioeconómicos e históricos-políticos permiten obtener bienestar y riqueza. (Cardona, 2009).
A finales del siglo XX la racionalidad del capital en relación a la organización interna del trabajo no está regida en las unidades económicamente productivas, la relación “capital – trabajo” no es predominante en Latinoamérica vista en su conjunto. La mayoría de los proyectos que emanan del sector agrícola deben de incluirse dentro del marco del sistema de intercambio globalizado, donde el desarrollo territorial rural permita expandir las explotaciones agrícolas que manejen características básicas de:
La economía agrícola latinoamericana sufre conflictos de desarrollo a causa del escaso flujo de financiamiento, niveles bajos de investigación y desarrollo tecnológico y débil institucionalidad lo que resulta en que sea considerado un sector sensible, las causas como lo expone Carrasco (2008), son:
Así, el desarrollo de la economía y la constante evolución de un mundo integrado, matiza los estilos de desarrollo de las naciones, donde cada país aprovechas sus fortalezas y ventajas comparativas para poder competir en el mundo globalizado. Ecuador al estar ubicado en el trópico y gozar con diversidad de condiciones geográficas que permiten el aprovechamiento de recursos naturales posee un sector agrícola que maneja un complejo espacio de relaciones sociales que constituyen uno de los pilares donde descansa el desarrollo de la nación.
Invertir en agricultura no solo incrementa la productividad de ese sector, y que además genera fuentes de trabajo y como valor agregado promueve el mejoramiento de la sostenibilidad ambiental pero a pesar de conocerse las ventajas que ofrece este tipo de inversión en la economía no hay una fuerte decisión por incrementar los niveles destinados a la promoción de mejores y mayores actividades agrícolas; la sostenibilidad que deriva del gasto público no alcanza a cubrir las expectativas anheladas en función de productividad y reducción de la pobreza.
Una situación a ser tomada en consideración es el nivel de volumen y el tiempo perecible de los productos agrícolas lo cual enfrenta el problema que implica los riesgos de recuperación de la inversión en tiempo y espacio, por lo que es de vital importancia el establecimiento de una política de incentivos que surjan de un entorno legal que fomente la agroindustria y que establezca como meta la firme convicción de convertirla en competitiva (Skoet, Anríquez, & Carisma, 2012).
Ahonda la problemática la escasez de activos, constituyendo un factor que limita el crecimiento y la productividad agrícola, y que da paso a problemas de orden social como la contratación de trabajo ilegal, inmigrante e infantil, con el propósito de abaratar costos.
Queda caracterizada la oferta agropecuaria regional por la dominación de bienes que no aportan con valor agregado y aunque se hace uso de mayores niveles tecnológicos el componente de innovación, investigación y desarrollo es bastante limitado (Acosta, 2010).
En Ecuador la reforma agraria fue el medio a través del cual resulto ser más atractiva la agricultura desde la perspectiva de campesino rural, contrarrestando al menos como objetivo básico el problema que causaba la migración rural. Así, la expansión agrícola creció con requerimiento de capital limitado lo que incidió en el establecimiento de industrias relacionadas no solo con las materias primas sino también con industrias básicas alimenticias. Pero para continuar con un crecimiento sostenido en el sector era necesario inversiones fijas de capital junto con la inclusión de tecnologías diversas que generen rentabilidad en el sector agrícola (Rosales, Apaza, & J., 2004).
Son las exportaciones agrícolas de Latinoamérica para la década de los 50 del siglo pasado que lograron ganar una importante participación de mercado europeo, pero no fue lo suficiente como para cubrir las necesidades industriales, convirtiendo en incapaz al sector de mantener una sostenibilidad económica que sustente la economía a nivel país, incluso de los países por excelencia agrícolas.
Por ello los gobiernos latinoamericanos incentivan los créditos subsidiados para las compras de equipos, maquinarias, herramientas e insumos agrícolas, junto con capacitación (investigación, desarrollo e innovación agrícola) para propender a incrementar la producción que tuvo sus primeros resultados para mediados de los años 1970, donde surge la figura del “capitalismo agrario”, con ello a fines de los años 1900 la mejora de calidad de las semillas se incrementó en un 90% con relación a los años sesenta.
Así el sector agrícola unido a la estructura industrial incide directamente en el crecimiento país. Se ha determinado que los agricultores pequeños requieren incentivos económicos en relación a su producción por lo que se puede no solo diversificar la producción agrícola sino también la distribución de la riqueza, pero sin productividad industrial no es posible la acumulación del capital, dando paso al uso de recursos en los diversos sectores económicos, es decir, fortalecer la cohesión económica dinamizando las actividades productivas integrales de un país. Como denominador común Latinoamericano se tiene que a pesar de ser poseedor de riqueza agraria natural la estructura agrícola no construye un crecimiento equitativo (Kay, 2002).
Tomando en cuenta lo que a los datos estadísticos de alimentación y agricultura más grande del mundo generada por la Organización de las Naciones Unidad, FAOSTAT, las comparaciones con la producción agrícola internacional (las que incluso incluyen a la ganadería) entre el 2002 y el 2007, indican que el volumen de la producción agrícola mundial se incrementó de un 13% en Américas a 14,3% y en Asia 18,5 por ciento.
Los servicios aportan más del 60% del Producto Interno Bruto, este sector que se caracteriza por el desarrollo de actividades de labores materiales no productoras donde destacan actividades turísticas, servicios profesionales, software, transporte, telecomunicaciones, servicios financieros, ingeniería y construcción, constituyendo una actividad económica que de una u otra forma ha generado la producción de empleo en aproximadamente cerca de 2 millones de empleos en el país, según cifras del BCE y en el mundo da trabajo al 54% de la población.
En un mundo de economía globalizada las ventajas que ofrece los acuerdos comerciales que se derivan de la explotación de los recursos propios de la naturaleza que son fuente de la generación de riqueza permiten construir procesos productivos que condicionan el cambio de la estructura económica productiva y su modernización.
En materia de desarrollo del sector servicios dentro del Plan Nacional del Buen Vivir el diálogo permanente a nivel público y privado dirigirse hacia 3 frentes:
Así Ecuador tiene como meta exportar servicios que contribuyan a la internacionalización de la sociedad del conocimiento y al cambio de la matriz productiva.
La situación de servicio en el Ecuador maneja 3 tipos de necesidades:
Algo que ocupa un lugar de relevante importancia es la creación de capacidades especializadas en servicios en las instituciones competentes para la internacionalización del sector.
Así el sector servicios empuja el fortalecimiento del talento humano para lo cual se establecen acciones prioritarias destinadas a promover la oferta de carreras afines a los sectores de servicios con potencial exportador que de una u otra forma fomenten el sector agrícola e industrial del país.
La investigación de tipo explicativa, se basa en el método deductivo, con un enfoque cuantitativo, cuyo análisis, enmarca el planteamiento de la realidad del sector productivo del Ecuador en su contexto natural, observando las evoluciones de los indicadores macroecómicos como: el Producto Interno Bruto (PIB); las decisiones de formación académica de la población ecuatoriana, según el área del conocimiento optado para cada sector productivo; y el desarrollo de las Balanza comercial, considerando las correlaciones que existen ellos.
Para describir el comportamiento de las variables se utilizó las técnicas de inferencia estadísticas de análisis de correlación lineal, por medio del software SPSS versión 1.7 y Excel 2013.
Ecuador desde el 2010, presenta un crecimiento promedio del 3.76% (Comisión económica para América y el Caribe (CEPAL), 2016), por lo cual se reconoce tradicionalmente a Ecuador como un país agrícola que no aprovecha a grado máximo el potencial que le ofrece la naturaleza, (Javier Ponce Cevallos, 2016).
Surge asi la siguiente hipotesis: La economía ecuatoriana se sustenta principalmente en la producción agrícola que en la oferta de servicios en general.
Para ello se estableció como variables, posibles causas que expliquen el planteamiento, a saber:
El alcance del presente estudio abarca a los registros de las cuentas nacionales publicadas por el Banco Central del Ecuador, con año base corresponde al 2007, actualizadas hasta el 2015, y el total de titulados en el país en los niveles de tecnología, pregrado y postgrado que se desarrollaron durante los períodos desde 2010 hasta el 2016. Para ello se consideran los registros de las Cuentas Nacionales concernientes al PIB, Balanza Comercial, así también se evalúa el total de titulados en el país en los niveles de Tecnología, Pregrado y Postgrado, para las distintas áreas de conocimiento dentro del período 2010-2015.
Históricamente el desarrollo de la economía del Ecuador se ha basado en la producción agrícola, según reportes publicados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, “hasta la actualidad, el sector agropecuario es uno de los principales motores de la economía ecuatoriana con enorme importancia económica y social” (Javier Ponce Cevallos, 2016, p. 99), para evidenciar el grado de ponderancia, a continuación se analiza la evolución de las exportaciones netas.
Si bien es cierto el período analizado abarca desde el 2010, para medir la evolución de las exportaciones netas se considera el factor monetario, que, al comienzo de la implementación del dólar como moneda de uso legal, proporcionó al país una ventaja competitiva debido a la diferencia en los niveles de precios, lo que facilitó el aumento de las exportaciones durante sus comienzos. (Larrea, 2004).
Conforme se actualizaron los niveles de renta percápita, y se ajustaron los costos de producción de bienes y servicios ofertados por la nación, estos gradualmente mermaron el nivel de superavit, registrado continuamente desde el 2000 hasta el 2007, inclusive en el 2002, año en que se registró un estancamiento de la demanda internacional del banano y una caída en los precios internacionales del principal rubro de exportación después del petróleo (Maldonado, 2004).
Figura 1
Evolución de las exportaciones Netas, (Valor expresado en miles de USD).
Fuente: Banco Central del Ecuador. Elaboración: autores
En razón que históricamente en Ecuador, la principal fuente de ingresos desde los años 70 se basa en el petróleo, se considera para el análisis la variación de sus precios internacionales, cuyo impacto en la economía representa un rubro importante de financiamiento del presupuesto general del Estado, que ha pasado de un mínimo de 24.70 USD por barril en el 2000 hasta un máximo de 98,50 USD en el 2012, y registra 53,72 USD terminado el 2016 (Banco Central del Ecuador, 2016).
A partir del 2008 la balanza comercial empieza a desarrollar saldos negativos constantes, llegando a su nivel más deficitario en el 2014, 2.6 mil millones de USD, debido principalmente a las necesidades de los sectores productivos del país: agrícola, construcción, industria en general y prestación de servicios tales como: comercios de bienes tangibles al por mayor y menor, hoteleros y relacionados al turismo, transporte, almacenamiento, comunicaciones, de intermediación financiera, alquiler, manejo administrativo y profesional.
Al interrelacionar la evolución de las ventajas comparativas y la volatilidad del precio del petróleo se observa que el desarrollo de la masa productiva del país, se sustenta en la importación de productos, bienes o servicios, que dentro de la producción nacional son comercializados o transformados en bienes y servicios, lo que refleja la necesidad de innovar la gestión de la matriz productiva, incursionando en distintas plazas que generen valor agregado y permitan la sustitución selectiva de importaciones por producción nacional.
Los resultados analizados, evidencian que las necesidades de producción del país se orientan a la importación de recursos con valor agregado los cuales han generados saldos negativos en balanza comercial, lo que pone en manifiesto una correlación inversa entre las necesidades de producción para el crecimiento de la economía y el saldo de la balanza comercial.
La hipótesis “La economía ecuatoriana se sustenta principalmente en la producción agrícola que en la oferta de servicios en general” no corresponde a la realidad económica del país, ello se sustenta en que la distribución de la producción nacional se concentra con el 57% en actividades relacionadas al servicio (labores del comercio al por mayor y menor, por conceptos de reparación de vehículos automotores y motocicletas, transporte, almacenamiento, comunicaciones, correo postal, alquileres, de desarrollo técnico, administrativo y profesional, administración pública, hogares, etc.), mientras que la producción agrícola abarca alrededor del 7%, del total nacional.
Las desiciones de formación académica en el Ecuador ponen de manifiesto que la principal fuente de especialización se concentra en la de servicios, mientras que las orientaciones destinados al fortalecimiento agrícola son marginales en contraste a las de servicios.
Se aprecia que el aumento productivo de una nación está estrechamente relacionado al nivel de formación de su población, por lo tanto, si se opta por tecnificar al sector agrícola su desarrollo proporcionará una participación directa al crecimiento del PIB en un 50.82%, en contraste con el PIB industrial y de servicios cuyo aporte representa el 68.99% y 67.83% respectivamente.
Si bien es cierto, existen potenciales de producción agrícola en el Ecuador, cuya optimización se plantea como ente dinamizador para reducir la pobreza en los sectores rurales del país, así como también de instrumento para estabilizar y garantizar la seguridad alimentaria, debe ser política de estado el dar prioridad e incentivar a la formación del talento humano hacia actividades enmarcadas a la producción agrícola con generación de valor agregado, orientada al fortalecimientos y creación de industrias, cuyas cadenas de valor se centren a la producción agrícola que aporten al desarrollo nacional.
Se evidencia que las decisiones de emprendimiento del Ecuador, se orientan hacia actividades principalmente relacionadas en áreas de servicios, como son: comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas, transporte, almacenamiento, comunicaciones, correo postal, alquileres, de desarrollo técnico, administrativo y profesional, administración pública, hogares; y pone en evidencia que las potencialidades naturales (recursos agrícolas) de la economía ecuatoriana se encuentran con escaso interés de la comunidad.
Ante todos estos factores y variables analizadas se concluye que Ecuador es un país generador de servicios con potencial agrícola, en el cual las decisiones de escolarización en su población se orientan a la formación de aumentar el bagaje de sercicios ofertados, lo que refleja directamente al saldo deficitario de la balanza comercial. De ahí nace la importancia de priorizar mecanismos que orienten el uso óptimo del talento humano ecuatoriano, enmarcado en los potenciales de recursos naturales fomentando el buen vivir a través de un modelo incluyente, justo y solidario.
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1. María del Pilar Viteri Vera, Auditora, Magister en Educación Superior, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Agraria del Ecuador, Av. 25 de julio y Pio Jaramillo, Guayaquil, Ecuador, mviteri@uagraria.edu.ec, código orcid.org/0000-0002-3520-9424
2. Facultad de Ciencias Económicas, Economista, Magister en Economía, Universidad de Guayaquil, Ciudadela Universitaria Salvador Allende, Avenida Delta y Avenida Kennedy, Guayaquil, Ecuador , mauro.tapiato@ug.edu.e código orcid.org/0000-0002-9702-373X