Vol. 39 (Nº 07) Año 2018. Pág. 15
Clarisa Solange ZAMORA-BOZA 1
Recibido: 19/10/2017 • Aprobado: 11/11/2017
3. ¿Por qué el emprendimiento es importante en la economía?
4. ¿Cuáles son los niveles de emprendimiento en Ecuador y sus características?
5. ¿Cuál ha sido la participación pública en favor del emprendimiento en Ecuador?
RESUMEN: En los últimos años, la promoción del emprendimiento es un tema común a nivel mundial por sus implicaciones en el incremento del empleo y en el crecimiento económico de los países. Ecuador es el país con mayor nivel de emprendimientos creados en América Latina de acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor; y aunque se han desarrollado diversas medidas de política pública, el país no cumple con todos los requisitos para generar un ecosistema dinámico y sostenible de emprendimiento. |
ABSTRACT: In recent years, fostering entrepreneurship is a common issue worldwide due to the implications in rising employment and in the economic growth. Ecuador is the country with the highest level of nascent establishments in Latin America according to the Global Entrepreneurship Monitor. Although some effort has been made in terms of public policy, the country does not generate a dinamic and sustainable entrepreneurial ecosystem. |
En términos económicos, “emprender” es iniciar la búsqueda de generación de valor, a través de la creación o expansión de una actividad económica por medio de la identificación y explotación de nuevos productos, procesos o mercados (Ahmad y Seymour, 2008).
Los emprendedores, al desarrollar nuevos negocios para satisfacer las necesidades de la población, permiten incrementos de productividad y generan la mayor parte del empleo. Entonces, se genera más y mejor empleo que contribuye al incremento del valor agregado de la economía.
La generación de estos emprendimientos de calidad depende de todo un ecosistema integrado que recoge aspectos personales de los individuos, las condiciones del mercado, el acceso a recursos financieros e información, así como la intervención de los gobiernos a través de programas y proyectos públicos que favorecen (en mayor o menor grado) la formación de ambientes de negocios propicios para que los emprendedores lleven a cabo sus iniciativas y obtengan beneficios.
De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor, Ecuador es el país latinoamericano con el mayor índice de creación de negocios de la región. El emprendimiento en Ecuador está mayormente orientado hacia actividades de comercio y a productos y servicios vendidos en el mercado doméstico. Se lleva a cabo para aprovechar una oportunidad de negocio que permita obtener mayores ingresos, independencia económica y la satisfacción de necesidades.
La capacidad emprendedora de la sociedad, la educación, la apertura del mercado, las normas sociales y culturales, entre otros aspectos son los que posibilitan la generación de actividades productivas en el país, mientras que las regulaciones en el mercado de trabajo, la burocracia y la corrupción son elementos que entorpecen el dinamismo del sector productivo.
Con todo, la política pública en los últimos diez años ha sido un elemento importante en el escenario emprendedor ecuatoriano y se ha enfocado en la construcción de todo un andamiaje que incluye normativa, instituciones y programas para promover el espíritu emprendedor y la consecución de proyectos productivos.
En el presente estudio se pretende mostrar cual ha sido la dinámica del emprendimiento en Ecuador en los últimos años para lo cual se realiza un análisis exploratorio descriptivo de las implicaciones del emprendimiento en el comportamiento de la economía, luego se revisan los indicadores de emprendimiento para Ecuador y sus principales características, posteriormente se determina el alcance de la política pública en el fomento del emprendimiento en el país y finalmente se presentan las conclusiones.
La formación de emprendedores y nuevas empresas es una prioridad cuando se trata de promover el desarrollo económico y social de los países, por ello es necesario determinar cuál es su contribución a estos objetivos. El emprendimiento resulta importante por sus efectos positivos en la generación de empleos y en el crecimiento económico.
El emprendimiento es una característica estructural de las economías latinoamericanas, en parte, como respuesta a los altos niveles de desempleo que enfrenta la región y que a través del autoempleo se convierte en una alternativa para obtener ingresos. En América Latina, el 28.7% de la población económicamente activa es autoempleada, el 54.8% es asalariada y el 4% es empleadora (Corporación Andina de Fomento, 2013).
Particularmente, el 19% de los jóvenes latinoamericanos se encuentra dentro de un empleo informal, mientras que el 20% no estudia ni trabaja (OCDE/CEPAL/CAF, 2016). Bajo este panorama, el emprendimiento tiene un papel clave en el desarrollo del autoempleado. Un independiente creativo que cuente con las motivaciones, capacidades e instrumentos necesarios pasa de autoempleado a emprendedor y desempeña actividades productivas de mayor valor, produce más, genera más ganancias y contrata a más empleados, esto permite la creación de más y mejor empleo.
Sin embargo, estos efectos pueden no ser inmediatos. Audretsch y Fritsch (2002) revelan que los cambios en los niveles de empleo pueden ser observables a partir de 10 años o más desde la creación de empresas en la economía, mientras que Van Stel y Storey (2002) en un estudio realizado en Gran Bretaña encuentran que sólo luego de cinco años, los efectos del emprendimiento pueden ser palpables en el nivel de empleo de la economía.
Las nuevas empresas incrementan la productividad agregada que resulta de una recombinación de los factores de producción y provocan un cambio estructural importante. Los nuevos productos y servicios que se ofrecen en el mercado permiten un dinamismo colateral hacia industrias proveedoras de insumos, esto estimula la competitividad de los mercados y la innovación en todas sus formas dando paso al crecimiento de la economía.
La evidencia empírica encontrada para países de la OCDE sobre la relación entre el emprendimiento y el crecimiento económico sugiere que los países con mayores tasas de creación de empresas son aquellos con mayor crecimiento económico (OCDE, 2004). No obstante, la relación entre estas variables tiene implicaciones.
Van Stel y otros (2005) encuentran que el efecto del emprendimiento en el crecimiento económico depende del nivel de renta per cápita, es decir, el emprendimiento juega un rol diferente en los países de acuerdo con las diferentes etapas de desarrollo económico en que se encuentran, así, los países con niveles de ingresos más bajos desarrollan una mayor actividad emprendedora que los países con rentas altas, al igual que los países más ricos (Minniti, 2012).
Hasta ahora la evidencia empírica no ha determinado de manera unánime y específica una relación causal entre emprendimiento y crecimiento económico. Se trata, más bien, de una relación recíproca. La cantidad y calidad de empresas que surjan dependerá del grado de madurez de la economía y del entorno macroeconómico en el que estas se desenvuelvan; y, por otro lado, el crecimiento de la economía podrá estimularse en función del desempeño del sector empresarial.
El emprendimiento en Ecuador está mayormente orientado hacia actividades de comercio y a productos y servicios vendidos en el mercado doméstico. Se lleva a cabo para aprovechar una oportunidad de negocio que permita obtener mayores ingresos, independencia económica y la satisfacción de necesidades.
De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (2016), Ecuador registra un Índice de Actividad Emprendedora Temprana (TEA) de 31.8%, es decir, aproximadamente 1 de cada 3 adultos gestiona la creación de un negocio o posee uno con una antigüedad de hasta 3.5 años. De acuerdo con este indicador, el nivel de emprendimiento en el país se ha mantenido como uno de los más altos de América Latina en los últimos años.
El cuadro 1 presenta los principales indicadores de emprendimiento e innovación evaluados a nivel mundial. Ecuador además de tener la mayor tasa de emprendimiento temprano de América Latina, es el país de la región con las más altas tasas de intención emprendedora y con más de la mitad de individuos encuestados que consideran el emprendimiento como buena elección de carrera.
Cuadro 1
Principales indicadores de emprendimiento e innovación
Fuente: Elaboración propia.
Al hacer una comparación regional, Ecuador se encuentra evaluado cerca del promedio latinoamericano de acuerdo con los principales indicadores que miden las aptitudes de los países para desarrollar proyectos productivos. Si bien el ecosistema de emprendimiento en Ecuador se encuentra en transformación, aún es evidente el retraso frente a países como Chile, México, Costa Rica y Colombia en temas de competitividad, innovación y capital social emprendedor.
El Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico de Kantis, Federico e Ibarra (2016) evalúa diez dimensiones que reflejan los diferentes aspectos sociales, culturales, económicos y políticos que afectan tanto la creación y desarrollo de nuevos emprendimientos dinámicos como el aparecimiento de nuevos emprendedores. De acuerdo con la desagregación del índice, las fortalezas de Ecuador están determinadas por las condiciones de la demanda, las políticas y regulaciones proemprendimiento y las condiciones culturales del país.
Gráfico 1
Principales factores que posibilitan y restringen el emprendimiento en Ecuador
Fuente: Elaboración propia con base en Global Entrepreneurship Monitor – Ecuador (2015).
En temas de innovación, los productos ofrecidos por los emprendedores ecuatorianos cuentan con un bajo nivel de diferenciación e innovación. De acuerdo con el GEM, de los emprendedores consultados cerca del 60% no ofrece productos considerados nuevos por los consumidores y sólo el 29% ofrece algunos productos diferenciados. Sin embargo, según este mismo estudio, en los últimos años se percibe un incremento del número de emprendedores que usan en sus negocios tecnología de punta (de menos de un año), pasando de 7.4% a 14.8% de la tasa de emprendimiento temprano.
Así mismo, en el país se destacan, aunque a baja escala, emprendedores tecnológicos e innovadores cuyos negocios no solamente se orientan al mercado doméstico, sino a mercados internacionales.
Los jóvenes son, en muchos casos, quienes apuestan cada vez más por industrias de tecnologías digitales. Tal es el caso de casos exitosos como Shippify (transporte de paquetes a través del uso de aplicaciones móviles), Criptext (mensajería encriptada), Y4Home (seguridad doméstica a través del uso de aplicaciones móviles), WaWa (aprendizaje interactivo para niños), Dátil (soluciones de facturación electrónica, factoring y otros servicios en la nube) creadas por jóvenes de varias ciudades del Ecuador que han logrado llevar sus productos a mercados nacionales e internacionales.
Por otra parte, las innovaciones en los mecanismos de financiamiento de proyectos como las plataformas de crowdfunding, concursos de emprendimiento, incubación con acceso a inversionistas son alternativas que aún no superan en el país al tradicional microcrédito y al financiamiento informal a través de familiares y amigos.
En los últimos 10 años, la política pública de apoyo al emprendimiento por parte del gobierno ecuatoriano se ha enfocado en la creación de normativa, instituciones y programas para facilitar la inclusión económica y el desarrollo de actividades productivas en el sector de la economía popular y solidaria (emprendimientos unipersonales, familiares, domésticos, comerciantes minoristas y talleres artesanales, asociaciones productivas, cooperativas financieras y no financieras), así como en los sectores estratégicos (recursos hídricos, hidrocarburos, minería, electricidad y telecomunicaciones).
Gráfico 2
Ámbitos de acción de la política pública en la promoción del emprendimiento
Fuente: Elaboración propia.
Dentro de esta estrategia de desarrollo se establecen objetivos detallados en el Plan Nacional del Buen Vivir que apuntan a la vinculación del bachillerato, la educación superior, la investigación y el sector productivo público y privado con el desarrollo científico y tecnológico y la generación de capacidades, haciendo énfasis en el emprendimiento, la transformación de la matriz productiva, la satisfacción de necesidades y la generación de conocimiento. Así mismo, se considera la necesidad de promover el desarrollo del bioconocimiento, el biocomercio y otras áreas tecnológicas donde los individuos puedan desarrollar emprendimientos productivos y puedan ser objeto de apoyo en financiamiento, capacitación, transferencia tecnológica, incubación y gestión empresarial.
La Ley de Economía Popular y solidaria presenta varios incentivos para los emprendimientos del sector social y solidario, entre ellos, facilitar la participación en los concursos y adjudicaciones de contratos públicos, la exención de pago de impuestos municipales, acceso a programas de educación y capacitación, asesoramiento en temas de propiedad intelectual y promoción de exportaciones.
Otro instrumento normativo como es el Código de la Producción ecuatoriano elaborado en 2010 incluye varios beneficios significativos para inversionistas y emprendedores, entre estos, el tratamiento no discriminatorio de todo tipo de inversores sean nacionales o extranjeros, sociedades, empresas o entidades de los sectores cooperativistas y de la economía popular y solidaria siempre que tengan inversiones legalmente establecidas en el país, el aseguramiento de los derechos de propiedad de los inversionistas nacionales o extranjeros, libre transferencia de las ganancias que provengan de la inversión extranjera registrada, libre acceso a los mecanismos de promoción, asistencia técnica, cooperación y tecnología.
Una de las reformas desarrolladas en el tema de educación emprendedora se concretó en la creación del currículo del bachillerato general unificado, el cual contiene la asignatura de Emprendimiento y Gestión para los estudiantes de los últimos años de educación secundaria. Así mismo, a través de estas reformas se crea la figura de Unidades Educativas de Producción UEPs que son estructuras organizativas instituidas para la producción y comercialización de bienes o servicios asociados a la oferta formativa de un colegio técnico.
El objetivo de estas UEPs es complementar los conocimientos técnicos que adquieren los estudiantes en clases con una experiencia real en el mercado que les permita perfeccionar destrezas y habilidades en sus competencias profesionales específicas, desarrollar sus capacidades empresariales y de autogestión, así como contribuir con sus comunidades.
En el ámbito tributario, se establecen exoneraciones tributarias por cinco años a las nuevas sociedades que se constituyan en ciudades fuera de Guayaquil y Quito y dentro de los sectores económicos que son prioridades del Estado, entre ellos, la producción de alimentos frescos e industrializados, metalmecánica, petroquímica, farmacéutica, turismo, energías renovables, biotecnología y software.
A partir de 2010 se crearon varios programas como EmprendEcuador, InnovaEcuador y CreEcuador, todos estos con el propósito de proveer fondos (no reembolsables), capacitación y red de contactos a negocios nacientes que tengan un perfil de alto crecimiento, diferenciación e innovación y que permitan dinamizar y diversificar los sectores estratégicos de la economía ecuatoriana. Estos programas fueron llevados a cabo por el Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad (MCPEC) por aproximadamente cuatro años y según los datos que se dispone, por lo menos 37 emprendimientos fueron cofinanciados y asesorados.
Sin embargo, la asignación presupuestaria que ha recibido el MCPEC para financiar los programas de apoyo a emprendimientos no ha sido homogénea. Siguiendo el cuadro 2, en 2012 se destinó el 25% del monto presupuestado por la entidad para diversas inversiones en varios programas y rubros correspondientes a la potenciación de proyectos emprendedores y promoción de inversionistas.
Posteriormente, los programas y los montos designados se redujeron considerablemente, hasta el año 2016, cuando es el Ministerio de Industrias y Competitividad el que tiene a su cargo un nuevo programa, EMPRENDAMOS, al cual se asignó el 4,88% del presupuesto de inversiones que maneja la entidad. EMPRENDAMOS es un proyecto de cofinanciamiento de actividades productivas asociativas de pequeña y mediana escala a nivel nacional y los valores destinados provienen de una donación que el país recibió mediante Convenio de Cooperación del Gobierno del Japón en 2005.
Cuadro 2
Asignaciones presupuestarias ministeriales en programas de emprendimiento
Fuente: Elaboración propia con base en el Programa Anual de Inversiones
del Presupuesto General del Estado de los años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016,
Ministerio de Finanzas del Ecuador.
En temas de fomento a la innovación, la tendencia mundial son los concursos de ideas innovadoras cuyos ganadores reciben fondos de capital semilla, contactos con inversionistas y otros emprendedores e incubación de sus productos. La Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) desarrolló una iniciativa de ese tipo denominada Banco de Ideas que, desde su creación en 2014, ha proclamado a 34 proyectos como ganadores y cerca de 5.400 se encuentran registrados en proceso de selección. Los proyectos se encuentran dentro de sectores como la electrónica, tecnología, transporte, comunicación, educación, agricultura, entre otros.
En esta misma línea se encuentra la iniciativa Retos Yachay, según la cual, los mejores proyectos son incubados en el Centro de Emprendimiento Innópolis de la Ciudad del Conocimiento Yachay y reciben un aporte económico entre $ 5.000 y $ 10.000. Yachay es un ecosistema de innovación creado con el objetivo de potenciar emprendimientos de base tecnológica y negocios intensivos en conocimiento, se encuentra en la ciudad de Urcuquí, al norte del Ecuador.
Si bien el mercado de capital de riesgo requerido por los emprendedores para potenciar sus proyectos no es muy maduro todavía en Ecuador y aún hay resistencia por parte del sector privado, el ente gubernamental presentó en 2015 un decreto para la constitución de un fondo de capital de riesgo que permita impulsar emprendimientos innovadores a través de un fideicomiso mercantil constituido por fondos de inversión públicos y privados. Este fideicomiso efectúa inversiones directas en proyectos, empresas ya existentes, capital semilla para emprendimientos y capital de riesgo para proyectos de innovación productiva y expansión (MCPEC, 2015).
El emprendimiento es un elemento clave del crecimiento económico. Pese a que los mecanismos exactos, la intensidad, la temporalidad y la direccionalidad de esta relación aún es desconocida, es claro que la creación de empresas y la continuidad de estas en el tiempo aumenta la competencia, la generación de mejores empleos, la innovación y la diversificación productiva.
La promoción del emprendimiento es un tema de creciente importancia dentro de las economías mundiales, particularmente las latinoamericanas, que en los últimos años han implementado, en mayor o menor grado, diversas reformas para atraer inversionistas y motivar emprendedores en sectores estratégicos de sus economías con la finalidad de reducir el desempleo, dinamizar la estructura productiva e incrementar el nivel de producción. Los emprendimientos sociales son también una forma importante de emprendimiento que ha repuntado en la región para satisfacer necesidades sociales que el Estado no ha podido atender.
En Ecuador se está experimentando una transformación progresiva que considera la inclusión y respaldo a emprendedores por necesidad y a emprendedores innovadores que aprovechan oportunidades de mercado. A pesar de los esfuerzos, existen restricciones y obstáculos que persisten para los emprendedores y que es necesario superar como el escaso acceso a financiación nacional e internacional, la burocracia en los procesos, la corrupción, y las pocas oportunidades de incubación.
Si bien, estudios como los realizados periódicamente por el GEM resaltan altos niveles de actividad emprendedora para Ecuador, en comparación con el resto de América Latina, esto no es indicador de altos niveles de calidad, formalidad y continuidad de los emprendimientos, elementos que resultan indispensables para que los efectos que se produzcan sean contundentes en la economía.
Por un lado, la atención hacia el sector de la economía popular y solidaria dentro del sistema económico ecuatoriano y dentro de las prioridades de política pública es una manera de reconocer la estructura emprendedora del país que se conforma mayormente de micro y pequeños emprendimientos. Con esto se busca identificar, respaldar jurídicamente y formalizar a los micro y pequeños empresarios. Sin embargo, el desafío consiste en propiciar las condiciones para que los emprendimientos sobrevivan en el tiempo, se incorporen en sectores de mayor valor agregado y logren importantes niveles de productividad.
Por otro lado, la innovación, también prioridad de política pública tiene un largo trecho por seguir, pese a los esfuerzos por promover emprendimientos innovadores y tecnológicos y la creciente inversión realizada en los últimos diez años en ciencia, tecnología e innovación por parte del sector privado y público. Esto requiere una sinergia en temas de educación, capacitación e inversión que deben ser permanentes dentro de los planes de los gobiernos, y cuyos resultados podrían ser verificables solo en el mediano y largo plazo. La atracción de empresas tecnológicas, a través de un ambiente gentil para la inversión, puede ser una manera de propiciar la transferencia de tecnología y el derrame de conocimientos, factores positivos para la proliferación de emprendimientos innovadores.
Si bien la participación pública en el fomento del emprendimiento ha abarcado un amplio espectro que incluye un marco legal, institucional y programas de provisión de recursos y asesoría, la continuidad de estos últimos no ha sido la esperada y eso repercute en la efectividad de la política. Así mismo, el gobierno ecuatoriano no ha realizado un seguimiento de los resultados de la aplicación de estas iniciativas que permitan evaluar su efectividad para eventualmente reforzar o tomar nuevos cursos de acción y evitar la ineficiencia en el uso de los recursos. Así, es indispensable dentro de este monitoreo crear estadísticas nacionales que muestren datos periódicos sobre la creación, el establecimiento y cierre de empresas, así como el tipo y el sector donde se desenvuelven.
La vinculación de los emprendedores con inversionistas nacionales y extranjeros es de vital importancia para las etapas de nacimiento y aceleración de negocios, por lo que es necesario trabajar en fuertes incentivos para que empresarios locales y extranjeros decidan invertir en proyectos ecuatorianos. Ahora bien, esta decisión de inversión depende de varios factores, ajenos incluso al proyecto, como la estabilidad económica, financiera y política del país, que en ocasiones le juegan en contra a los emprendedores.
Finalmente, el compromiso a largo plazo de los gobiernos, el sector privado, las universidades y los ciudadanos para impulsar el desarrollo productivo y la formación de individuos con capacidades y actitudes para identificar y aprovechar oportunidades de negocios es vital para lograr la consolidación de una cultura emprendedora sólida y de calidad en el país.
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1. Economista. Máster en Economía. Profesora – investigadora, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad Tecnológica ECOTEC, Guayaquil – Ecuador. Correo: szamora@ecotec.edu.ec
2. Son 34 países miembros de la OCDE a nivel mundial.
3. Se consideran emprendimientos dinámicos aquellas nuevas empresas que además de sobrevivir, crecen significativamente (Kantis, Federico y Menéndez, 2012).