Espacios. Vol. 37 (Nº 03) Año 2016. Pág. 16
Gregorio HERNÁNDEZ Pulgarín 1; Viviana GRISALES Pascuaza 2; Ana María MURILLO Castaño 3
Recibido: 18/09/15 • Aprobado: 20/11/2015
3. El codesarrollo: emprendimiento, control migratorio y desarrollo local
4. El codesarrollo como estrategia de cooperación en Colombia y en Pereira
5. Emprendimiento y contexto institucional en torno a Himigra
6. La apuesta por crear emprendedores en Himigra
RESUMEN: El codesarrollo es una estrategia de cooperación internacional basada en la formulación de programas que buscan gestionar la migración internacional y promover el desarrollo local. La ciudad de Pereira, Colombia, ha sido objeto de varios programas de codesarrollo recientemente. En este artículo analizamos el programa hispano-colombiano de formación en emprendimiento para jóvenes universitarios receptores de remesas, Himigra. A través de una aproximación cualitativa de investigación, pretendemos mostrar cómo las premisas individualistas (y microsociológicas) típicas del emprendimiento y las falencias en la articulación institucional, propias de los contextos de codesarrollo, limitan los resultados de los programas de esta naturaleza. |
ABSTRACT: Co-development is an international cooperation strategy based on the formulation of programs seeking to manage international migration and promote local development. The city of Pereira in Colombia has undergone several programs recently co-development. This article analyzes the hispanic- colombian entrepreneurship training program for young university remittances called, Himigra. Through a qualitative research approach we intend to show how typical individualistic (and microsociological) premises of the undertaking and the failings of institutional coordination, own contexts of co-development, limiting the outcome of programs of this nature. |
La migración internacional puede aportar desde las remesas al desarrollo local. Una manera organizada de aprovechar las remesas es a través del codesarrollo. El codesarrollo es una estrategia de cooperación internacional basada en la formulación de programas y proyectos, que buscan favorecer los países de origen por medio de la migración, y los países de destino promoviendo el retorno voluntario, controlando de esta forma la cantidad de inmigrantes en el Norte.
El codesarrollo se viene implementado desde finales de la década de 1990, pero, en los periodos de crisis económica aparece como una alternativa apropiada para reducir la cantidad de inmigrantes y alivianar los mercados laborales de los países del Norte, los más afectados por la crisis financiera desatada desde 2008.
España ha sido el país que más ha cooperado a través del codesarrollo en Colombia. En particular el Eje Cafetero, en la medida en que es una de las regiones del país con la más alta experiencia migratoria y con problemas de desempleo notorios. En las propuestas de cooperación internacional financiadas por diferentes agencias, y gestionadas y coordinadas por ONG u otras instituciones, el emprendimiento y el contexto apropiado para éste suelen concebirse como medios para promover el desarrollo a nivel local.
Los proyectos de codesarrollo se crean partiendo de la concepción, según la cual, existe una dependencia de las remesas en la región que se suma a cierta pasividad de los que reciben e indolencia de los que parten, desentendiéndose del progreso de la región y del desarrollo de sus territorios de origen. Cuestiona los patrones del gasto de las remesas y la falta de proyección de la perspectiva económica con que se manejan estos recursos, lo que se refleja en un bajo impacto, tanto individual como colectivo de la migración internacional. De manera contraria, se supone que el codesarrollo centrado en el emprendimiento contribuiría a empoderar a los actores y concientizar en las formas de consumo, tornándolo responsable y colectivo; aportaría en la promoción de alianzas entre las habilidades de personas (retornados, beneficiarios de remesas que se han formado profesionalmente con los dineros recibidos, por ejemplo), pero que potencialmente tienen el empuje y la creatividad para contribuir en proyectos productivos.
En ciudades como Pereira, Colombia, la que presenta las tasas más altas de migración en el Eje Cafetero, el impacto de las remesas y en general de migración no es significativo para la promoción del desarrollo. Algunos programas de codesarrollo implementados allí, no han funcionado según las expectativas y requieren de una evaluación más profunda de sus resultados. Esto sugiere la necesidad de hacer un análisis del codesarrollo que se ha venido implementando como concepto y como práctica. Para ese propósito, haciendo énfasis en el análisis de una experiencia concreta, el Programa de Emprendimiento "Hijos Migrantes con Remesas" (Himigra), en este artículo nos interrogamos sobre la concordancia existente entre las concepciones relativas al codesarrollo (que involucra migración y desarrollo) y las condiciones socioculturales e institucionales locales de la región dónde se aplica.
El análisis parte de una perspectiva sociocultural y se centra en 1) las concepciones que sustentan la idea de sujeto emprendedor en el codesarrollo, 2) los aspectos del contexto sociocultural que se requieren para el codesarrollo y 3) la disposición, funcionalidad y eficacia de instituciones públicas y privadas requeridas para el éxito de estas iniciativas.
Este artículo es resultado de la investigación "Correspondencia entre los objetivos de Codesarrollo entre Norte (España) con las prácticas y los contextos locales del Sur (Colombia)", financiado por la Universidad de Caldas y ejecutado por el Grupo de Investigación Territorialidades, con el apoyo del Grupo de Investigación sobre Movilidad Humana. La metodología de la investigación fue cualitativa. En términos concretos, se realizaron entrevistas entre los beneficiarios de Himigra y los representantes de las instituciones de apoyo. Dos de las investigadoras hacían parte del equipo de Himigra, por lo que sus opiniones fueron crítica y reflexivamente incorporadas en nuestro corpus de análisis. La aplicación de técnicas de observación tuvo lugar durante el tiempo de ejecución, cierre y evaluación del proyecto entre 2012 y 2013. De la misma manera se revisó de manera exhaustiva la documentación sobre las experiencias de codesarrollo en Colombia y en Pereira, así como documentación técnica de las instituciones que apoyaron la iniciativa en esta ciudad. Para el análisis de los datos, partimos de una perspectiva antropológica de las migraciones internacionales (Hernández Pulgarín, 2012).
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el codesarrollo es una estrategia que busca la "optimización del uso de las remesas y el ahorro como herramienta para el desarrollo socio-económico y mejoramiento de la calidad de vida de los migrantes laborales, sus familias y comunidades de origen", a partir de la "creación de alianzas con organizaciones públicas y privadas para la implementación de procesos de desarrollo local y regional" (Oropeza, s.f.) y la intervención sobre las remesas de los inmigrantes con el objeto de realizar inversiones que influyan en el proceso de desarrollo de los lugares de origen (Malgesini, 2010, p. 213).
En Europa, a partir de la Cumbre de Tampere (1999), se apunta la "necesidad de establecer una política global y común en materia migratoria para la Unión, e incorporar la cooperación al desarrollo como un instrumento básico de gestión en el ámbito internacional". La ruta fue "la colaboración con terceros países interesados, con objeto de fomentar el codesarrollo" (Sanmartín Ortí, 2009, p. 48). El codesarrollo es una "nueva estrategia de gestión" de la migración que prevé el reparto de responsabilidades, de los socios y de los acuerdos de colaboración entre actores privados y públicos, a diferentes: niveles individuales y colectivos (Sanmartín Ortí, 2009, p. 57).
Otro de los pilares del codesarrollo, es el principio de "autoempoderamiento (Franzé Mudanó, 2013, p. 13). Stefoni plantea que el codesarrollo es un "modelo donde retrocede la centralidad del Estado y se posiciona al individuo como el actor central en su propio proceso de desarrollo" (2011, p. 10). Roll y Leal argumentan que "la originalidad del codesarrollo reside en el hecho de que el migrante se convierte en actor consciente del desarrollo, ahí está el punto central: ninguna forma de ayuda (poderes públicos, bancos, asociaciones, etc.), puede sustituirse a la acción del mismo inmigrante" (2010, p. 92) .
Específicamente, el concepto de emprendedor, según Richard Pfeilstetter, surgió y se consolidó "para denominar y conceptualizar una nueva agencia estrella del desarrollo" (2011, p. 1). Éste se describe como consecuencia de "una sociedad moderna centrada en la percepción del cambio social como resultado de la acción individual de algunos sujetos héroes" (Pfeilstetter, 2011, p. 1). Dicha noción está íntimamente ligada a las teorías de actor racional, debatidas ampliamente por Pierre Bourdieu (1996) o por el mismo Pfeilstetter (2011), por endilgar a los sujetos una capacidad incuestionable de racionalidad (cálculo de costos y beneficios) en todas sus actuaciones. Ambos autores coinciden en afirmar que este modelo explicativo del desarrollo de las sociedades, a través de individuos que son evaluados como héroes emprendedores, simplifica las motivaciones humanas. Al hacerlo, deja de lado, entre otros aspectos, los componentes irracionales y mecanismos simbólicos que regulan la conducta individual, los cuales se aprenden en largos y complejos procesos de aprendizaje cultural, espacialmente localizados.
Pero además de la centralidad de ese individuo al que se le asignan cualidades heroicas, las remesas, constitutivas de un capital económico, en conjunto con otros capitales sociales (redes familiar, trabajo familiar y comunitario, organizaciones de migrantes y ONG) (Gómez et al., 2010) constituyen fuentes de recursos que jugarían un rol central en el objeto primario de "superar las condiciones de vulnerabilidad y pobreza" (Stefoni, 2011, p. 10). Otra de las finalidades del codesarrollo es la redefinición de los fenómenos migratorios por medio de la cooperación entre el país de acogida y el de origen. Dicha cooperación, permite que la "movilidad sea controlada desde ambas partes y, por lo tanto, que los Estados involucrados sean capaces de imponer el control" (Wieviorka, 2010, p. 25). En el codesarrollo se conjuga entonces una paradoja en la que la libertad individual como soporte para la creación de capital y el control estatal hacen parte de una estrategia que busca "contengenciar" la migración (Roll & Leal-Castro, 2010, p. 92), a la vez que se generan de ésta "influencias positivas" (Malgesini, 2010) o "beneficios sociales" (Mejía, 2007).
Por otra parte, las influencias positivas de la migración en los territorios de origen de los migrantes, se suelen abordar en torno a la noción de desarrollo (Chattou & Lacomba, 2011; Chort & Dia, 2014; Malgesini, 2010; Pécoud, 2014; Plaza & Ratha, 2011; Roll & Leal-Castro, 2010; Sanmartín Ortí, 2009; Stefoni, 2011, El Hadri, Díaz & El Hadril, 2010). El efecto del financiamiento de proyectos productivos y de infraestructura concertados entre los países del norte y del sur, suponen un impacto económico y social que genera controversias sobre sí se produce un tipo de consecuencias limitadas a la economía, lo que tiende a entenderse como desarrollo económico, o si por el contrario, tienen un impacto en otras esferas de la vida social y producen un desarrollo social (Chattou & Lacomba, 2011; de Haas, 2007; H. Márquez Covarrubias, 2010; Rodríguez, 2010; Stefoni, 2011). Otros autores, basados en trabajos empíricos, desestiman el impacto de la migración y del codesarrollo en la generación de condiciones de desarrollo (Delgado Wise, Márquez Covarrubias, & Rodríguez Ramírez, 2009; Garay, Restrepo, Medina, & Cataño, 2010). Lo anterior, al considerar que más allá de los potenciales efectos positivos marginales del codesarrollo, la migración despoja a los territorios de expulsión de sus sujetos productivos, promueve el consumismo con los dineros de las remesasy tiende a incrementar las condiciones de desigualdad.
Colombia ha promovido el codesarrollo desde la primera década del milenio con España. Los proyectos de cooperación que buscan movilizar recursos de cooperación internacional y remesas, han incluido la promoción de sistemas de formación y de información para colombianos que han emigrado como mano de obra de España; el mejoramiento de las condiciones económicas de poblaciones específicas (particularmente mujeres); y el desarrollo de proyectos productivos a través del microcrédito o de la formación de habilidades para el desarrollo de iniciativas empresariales (Garay et al., 2010; Gómez et al., 2010; Mejia, 2007). Los principales financiadores de estas iniciativas han sido organismos estatales de cooperación internacional como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la OIM, EuropaAid de la Comisión Europea, consorcios de agentes públicos y privados locales (o provinciales) de cooperación internacional de España y universidades. En Colombia diversas organizaciones no gubernamentales como Centro de Investigación y Documentación Europa América Latina (CIDEAL), Asociación América España Solidaridad y Cooperación (AESCO), oficinas departamentales o municipales, consorcios de empresas o universidades, acceden a los recursos de financiación a través de la presentación de proyectos a convocatorias abiertas por los financiadores.
Los primeros programas de Codesarrollo registrados en la región datan de finales la década de los 1990. Una de las primeras iniciativas fue el Programa de Migración Laboral, Temporal y Circular –MLTC, adelantado por la Unio Pagueso de Cataluña. El objetivo del programa era ofrecer el empleo temporal en la recolección y procesamiento de frutas; implicaba formación en asociatividad y asesoría técnica para que los retornados invertirían sus remesas en su lugar de origen en construcción de vivienda, compra de vehículos y desarrollo de pequeños negocios (Mejía et al, 2009). Otra iniciativa de codesarrollo en Pereira promovida por la ONG Sisma Mujer, involucraba mujeres "cuidadoras" que habían retornado de España. Su objetivo era promover entre las retornadas la creación de una iniciativa empresarial del sector cooperativo, orientada al cuidado de niños y ancianos, aprovechando las habilidades aprendidas en España.
Recientemente en Pereira se han adelantado además programas de codesarrollo centrados en el emprendimiento. Por ejemplo AESCO, implementó el Programa integral de retorno asistido, que con el apoyo del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), busca brindar apoyo en la formación del perfil emprendedor del grupo objetivo, pretendiendo de esta forma incidir en el desarrollo local y lograr la inserción en el ámbito económico de la población retornada. Igualmente, adelantó el proyecto de Prevención de la migración desordenada, el cual buscaba gestionar medidas de desarrollo local, que sumadas al ofrecimiento de información a los potenciales migrantes y retornados, la capacitación para el trabajo y el emprendimiento, se evitara la migración no planificada.
La ejecución de proyectos de codesarrollo en Pereira se sustenta en varias razones. La primera: que es la capital del segundo Departamento en Colombia (Risaralda) con mayor número de miembros en los hogares con experiencia migratoria, 10.1% (Cepeda Emiliani, 2011). Así mismo, Pereira ha presentado la cifra más alta de remesas/habitante del país, en un periodo de tiempo en el que las remesas constituyeron la tercera parte del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia, desplazando un producto emblemático para la economía como era la exportación de café (Khoudour-Castéras, 2007; Montoya, Restrepo, Arboleda, Ramírez, & Viana-Casas, 2010). Otra de las razones que torna esta ciudad atractiva para los proyectos y programas de codesarrollo, es que ha presentado desde finales de los años 90's tasas de desempleo que se situaban por encima de la media nacional, lo cual se llegó a asociar con el efecto de las remesas como factor que restaba estímulos a la búsqueda de empleo (Arango, Montenegro, & Obando, 2011).
Por otra parte, aunque estudios realizados sobre remesas en la ciudad de Pereira (Montoya et al., 2010) demostraban que una gran proporción se destinaba al pago de servicios, alimentación y vivienda, otros estudios de corte antropológico (Hernández Pulgarín, 2012) muestran que los consumos suntuarios, supeditados a lógicas culturales en las que están insertos los beneficiarios de remesas en Pereira, hacen parte importante de las estructuras de gastos. Lo anterior configura un escenario adverso al desarrollo local, dado que los recursos de remesas son normalmente dedicados al gasto y no a la inversión o al ahorro, tanto por necesidad y deseo, como por la adquisición de ciertos hábitos, que buscan cambiarse apelando a ciertos programas de codesarrollo, como los enunciados.
El Programa Himigra, fue diseñado y financiado por la Universitat de València (España) y ejecutado por el Grupo de Investigación en Movilidad Humana, con el objetivo específico de conformar una oficina de emprendimiento para estudiantes receptores de remesas de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP). Una de las justificaciones para adelantar Himigra radicaba en la alta voluntad migratoria identificada entre los hijos de inmigrantes una vez finalizados sus estudios: un 40% de los estudiantes, "así como los egresados de la Universidad Tecnológica de Pereira pretendían emigrar hacia el exterior o manifiestan querer hacerlo al terminar sus estudios" (Mejía & Gómez, 2010).
Se buscaba aprovechar los recursos de sus familiares que están en el exterior, procurando invertir en el desarrollo local, no sólo como oportunidad de empleo autónomo sino como posibilidad económica para sus familiares retornados, mitigando a la vez la fuga de cerebros desde Pereira. Aunque el proyecto era muy significativo para la entidad financiadora y para las instituciones que harían de apoyo institucional, la labor de convocar estudiantes para recibir capacitaciones de emprendimiento no fue tan fácil. La negativa de muchos potenciales beneficiarios se basaba en que, por un lado, éstos esperaban que el programa les financiara sus proyectos, y por el otro, tenían cierta predilección por la opción de emigrar por motivos de reagrupación, de estudios o trabajo en el exterior, y en general, en busca de nuevas oportunidades que la ciudad no les ofrecía. A pesar de estas circunstancias, los ejecutores persistieron en la idea según la cual el programa impactaría positivamente a los beneficiarios, a sus familiares en el extranjero y a la región, a través del emprendimiento, de la inversión de ahorros y del aprovechamiento de apoyos producto de la solidaridad internacional.
Inicialmente, Himigra abrió la convocatoria para emprendedores y sus proyectos de carácter de innovación tecnológica. En vista de la escasa demanda, se amplió la oferta, considerando que los proyectos de los hijos de migrantes eran de base productiva pero no innovadora. En este marco se propuso un proyecto que partía de las diferentes capacidades de las personas para desarrollar iniciativas de emprendimiento empresarial. Éste se llamó: "Las capacidades personales, un modo de afrontar de manera más asertiva las diferentes situaciones que llevan a la construcción de espíritu emprendedor".
El objetivo era "propiciar el desarrollo del espíritu emprendedor en los jóvenes pertenecientes al programa. Para ello fue importante evidenciar que ante diferentes situaciones de riesgo, relacionadas con emociones tales como el miedo, la frustración, el fracaso, la desmotivación y la desconfianza, es importante afrontarlas de manera asertiva" (Grisales, 2014, p. 63). Al igual que en otros contextos universitarios de formación para el emprendimiento Himigra procuró crear competencias que incluían "el conocimiento, las destrezas y habilidades", buscando "mejorar y desarrollar rasgos que se asocian con el éxito empresarial y afectar las actitudes de los estudiantes" (Valencia, Montoya, & Montoya, 2015).
El proyecto de formación contó con cinco componentes: 1) Espacios interpersonales de reflexión, 2) Espacios interpersonales de construcción conjunta, 3) Espíritu emprendedor, 4) Reconocimiento de sí mismos como jóvenes con espíritu emprendedor, y 5) Conocimiento del otro como interlocutor válido.
Las actividades en las que se desarrollaban los componentes eran diversas. Incluían talleres participativos para desarrollar actividades tales como "pic-nics de emprendimiento" talleres experienciales, otras actividades más formales de formación sobre nociones del mundo empresarial, el trabajo práctico para el desarrollo de ideas de negocio, o ejercicios de presentación de las iniciativas de los participantes-emprendedores frente a otros retornados de España. De igual manera, las 23 personas que iniciaron, recibieron acompañamiento personalizado para la realización del plan de negocios relativo a sus 13 iniciativas empresariales, punto fuerte de la formación estimada en un periodo de un año.
Frente a los resultados de este componente de formación para el emprendimiento se pueden hacer varias lecturas. Los propios ejecutores destacan algunos logros cuantificables. Entre estos se destaca que: una iniciativa empresarial se presentó a fondos de capital semilla nacional. Dos iniciativas empresariales lograron obtener grado profesional con plan de negocios realizado en Himigra. Tres Iniciativas empresariales hicieron el lanzamiento del prototipo de su negocio y realizaron algunas ventas al público. Por último, se señala que dos propuestas empresariales se vincularon a una institución para recibir formación especializada.
Otra lectura de los resultados no tan inmediata es al menos más incierta y difícil de medir. De los proyectos empresariales emergidos en Himigra, no es posible identificar cuáles efectivas incidirán efectivamente en el desarrollo local. Lo anterior, sin embargo, no preocupa a los ejecutores quienes ven el emprendimiento, y en particular en el "el espíritu emprendedor" no sólo "una visión para construir empresa, sino una interiorización de esas características que lo implican". Así las cosas, "los jóvenes del programa no solo se reconocieron como emprendedores, sino que al final tenían claras sus metas y su tenacidad, corroborando que son jóvenes con espíritu emprendedor y que han logrado un avance hacia el reconocimiento propio" (Grisales, 2014, p. 73).
Uno de los supuestos en los que reposa esta formación en emprendimiento es que los sujetos beneficiarios disponen de un potencial de cualidades empresariales como la creatividad, la innovación y el espíritu empresarial, que al desarrollarse mediante ciertas estrategias, puede contribuir en la concreción exitosa de proyectos productivos y al desarrollo local, en plazo de tiempo no determinado. Un problema con este supuesto es que se aproxima de las premisas de la Teoría del Comportamiento Planificado (TPB), la cual afirma "que todos los comportamientos humanos son planificados y están precedidos por la intención del comportamiento" (Valencia et al., 2015), que para el caso puede aprenderse o entrenarse en escenarios como el de la capacitación propuesta por Himigra.
Desde una perspectiva sociológica, puede cuestionarse el hecho de que algunos factores sociales sean poco prioritarios en este tipo de programas. Sí bien en Himigra se consideraron aspectos de una esfera de interacción microsociológica, al incluir una perspectiva interpersonal y de reconocimiento del sí mismo, no hay consideración de aspectos macrosociales que influyen en las conductas individuales. Así las cosas, características que determinan las conductas en los contextos de inmigración en la ciudad de Pereira no fueron centrales en la formación. Hernández Pulgarín (2012), sostenía que en Pereira era frecuente encontrar en los contextos de familias migrantes conductas orientadas por valores que privilegiaban un interés de lucro inmediato y que operaban en circuitos sociales en los que se entronizaba el valor del éxito y el reconocimiento socioeconómico a través del consumo y de la ostentación de bienes. Dichas cualidades exhibidas particularmente por pobladores jóvenes, corresponden a fenómenos que inciden a otra escala sociológica, y se distancia claramente del perfil para desarrollar en un lapso de tiempo considerablemente largo una iniciativa de negocio o desarrollar una empresa.
La reflexión sobre otras cualidades relacionadas con la identidad cultural regional, como la creencia compartida en la posesión de cualidades para sobreponerse a condiciones difíciles, reconocida a través de la noción de "ser verraco" (Hernández Pulgarín, 2012), no se tuvieron en cuenta en la ejecución de Himigra. El hecho de obviar este tipo de manifestaciones que tienden a hacer parte del repertorio empleado (de manera inconsciente) por los sujetos locales para organizar sus conductas y definir su interacción social, hace que se minimice su potencial papel en la construcción del sí mismo, "emprendedor", de los sujetos involucrados en el programa de codesarrollo.
Cabe señalar que el énfasis de Himigra al concentrarse en el individuo y en su círculo social microsociológico, es común a la formación para el emprendimiento, al menos en Colombia. De hecho, las metodologías más comunes en la materia, sobre todo en programas adelantados entre población universitaria reposan sobre una visión que entroniza el papel del individuo (Valencia et al., 2015). Por otra parte, como se mostró en párrafos anteriores, las directrices de los organismos que financian y promueven el codesarrollo, se soportan también en una visión restringida de la sociedad (Solana, 2006). Así, al tiempo que desdibuja el rol de instituciones como el Estado para promover el desarrollo con recursos de la migración, se piensa que son los heroicos migrantes, sus familias y algunos restringidos círculos institucionales son los que deben procurar el desarrollo local.
Los principales actores institucionales de Himigra fueron dos universidades públicas, una en España que financiaba y la otra en Colombia que ejecutaba. La iniciativa contó igualmente con la participación de otros actores institucionales como la Cámara de Comercio de Pereira o la de Incubar Eje Cafetero, un organismo privado orientado al desarrollo del emprendimiento y al desarrollo de empresas innovadoras de base tecnológica.
La institución financiadora, pretendía que los aportes de las instituciones participantes en Colombia se hicieran a través de una contrapartida monetaria, pero la contra-oferta se centró, en varios casos, en la manifestación del compromiso y de la voluntad de participar, en otros, en aportes a través de asesorías no gratuitas, pagadas con cargo a los recursos de cooperación del programa. El aporte de Universidad Tecnológica de Pereira fue más significativo. Además de ofrecer el grupo de investigación que soportó la ejecución del proyecto, ofreció un espacio físico para facilitar la creación de la iniciativa de emprendimiento. Sin embargo, al terminarse los recursos del proyecto asignados por la Universitat de València, la universidad local retiró el apoyo, y se le manifestó a los ejecutores que la institución no tenían voluntad de repetir la experiencia, pues su rector consideraba que no tenía sentido un programa así, dado que, según él, la migración constituía una buena oportunidad para cualquier estudiante.
Por otra parte, la presencia de otras instituciones de gobierno fue limitada. Los entes de gobierno local y regional veían en Himigra un programa de cooperación más de la oferta de la ciudad, en virtud de lo cual le restaban méritos. Estimaban además que al ser los estudiantes de la Universidad los actores centrales de la formación, los resultados potenciales tendrían un impacto limitado a la institución educativa y a los individuos participantes. Lo anterior hizo que no se comprometieran a fondo con una iniciativa que desde la perspectiva de algunos de sus representantes no se relacionaban con un impacto directo y global sobre las familias de migrantes y de retornados, y menos con un impacto en el desarrollo a nivel local o regional. A pesar de lo anterior, el programa involucró entidades de gobierno. Su participación, sin embargo, obedecía a intereses estratégicos ligados con la reputación. Para Himigra era importante políticamente contar con el respaldo de estas instituciones de gobiernos local y regional, y para éstas resultaba igualmente redituable gozar del reconocimiento de participar como socias de un programa internacional, a pesar de su escaso aporte real.
Por último, cabe indicar que el despliegue mediático y el reconocimiento de la iniciativa, paradójicamente, fue mayor en España, particularmente en Valencia, que en Pereira, a pesar de que el esperado impacto sobre el desarrollo local sería para este territorio. Lo anterior, lamentablemente se tradujo en poco interés por parte de los actores del medio local para evaluar los resultados Himigra, y para proponer recursos adicionales a un programa susceptible de mejorarse y que a lo mejor en largo plazo pudo trascender lo logrado.
La ejecución de programas de codesarrollo supone una voluntad de transformar las debilidades estructurales que condicionan el desarrollo local. De acuerdo con la experiencia del programa Himigra, dicha voluntad de financiadores y de ejecutores para beneficiar poblaciones del sur y evitar la migración hacia el norte, no siempre se concreta. En parte porque los programas de codesarrollo desestiman razones de orden sociocultural que pueden fungir como condicionantes del éxito de las propuestas de codesarrollo centradas en el emprendimiento. Lo anterior permite interrogarse sobre la forma de concebir a los beneficiarios de estos programas que tienen quienes formulan las propuestas. En dichas concepciones los receptores de remesas y los retornados suelen ser pensados como empresarios y emprendedores, por lo menos en potencia, algo que es cuestionable dado que, se desconoce la incidencia de las trayectorias subjetivas de los individuos y el papel de los contextos culturales en el desarrollo de ciertas habilidades para la práctica económica que no son "naturales", o puesto en otros términos se correspondería con con un tipo de "ideología racional economicista" llevado al plano del codesarrollo (Pfeilstetter, 2011).
Por otra parte, hay deficiencias en aspectos sociológicos y políticos como la disposición, funcionalidad y eficacia de las instituciones locales, regionales, nacionales e internacionales para potenciar el desarrollo. No sólo en Colombia sino en otros países se dificulta la coordinación entre instituciones para promover el desarrollo. Las pugnas políticas, la paquidermia burocrática del sector público, la disparidad de intereses entre agentes públicos y privados, pueden frenar la acción interinstitucional que se requiere como parte del escenario para promover el codesarrollo a nivel local y regional.
Esas falencias, entre muchas otras como la falta de continuidad de los programas, debido a la crisis financiera Europea o a la falta de participación de las autoridades locales, la ausencia de líneas de crédito para las iniciativas generadas, minimizan potencial impacto de una serie de programas que en teoría pueden hacer un aporte más significativo al desarrollo local con recursos de la migración internacional.
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1. Antropólogo y Administrador de empresas, PhD (c) Urbanismo y planificación del espacio. Profesor Universidad de Caldas. Miembro RETEC. Email: gregorio.hernandez@ucaldas.edu.co
2. Trabajadora social, Magíster en diseño. Universidad de Caldas. Email: vivianagrisalesp@gmail.com
3. Filósofa. Magíster en Cooperación al Desarrollo. Universidad Cooperativa de Colombia. Miembro CEHMCO y UCCIDERGRUP. Email: amyreagan@gmail.com