Hidalgo Carlos*, Félix Cabeza **, Oneyda Mengo *** , Tania Rodríguez **** y Eugenio Cap*****
| RESUMEN: El Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de Venezuela (INIA), ejecuta un programa institucional denominado Fondo de Consorcios de Innovación, destinado al impulso de la innovación tecnológica en sectores estratégicos de la agricultura. Los proyectos financiados cumplen las siguientes condiciones: figura de consorcio, entre el INIA e instituciones públicas y privadas; generación de tecnologías apropiables; investigación por demanda de actores y generación de Tasa Interna de Retorno mayor al 12%. Las propuestas se seleccionaron mediante concurso público y sometidas a evaluación. Se aprobó el financiamiento de 15 proyectos, se estima que los productos estén en el mercado de tecnologías en junio de 2007. |
ABSTRACT: |
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Las tendencias mundiales indican el soporte cada vez mayor del cambio tecnológico en la generación de nuevas tecnologías, inversiones en investigación y desarrollo, reducción del ciclo de vida de los nuevos productos como tecnologías tangibles, y la creciente apropiabilidad de nuevas tecnologías. En el contexto nacional de los países latinoamericanos, este cambio se manifiesta en presencia de organizaciones tecnológicas con capacidades estructurales para la vinculación, mediante una serie de mecanismos que mejoran la interacción entre los sectores productivos, uno de ellos, son consorcios de innovación, que fomentan las alianzas públicas y privadas con las innovaciones tecnológicas.
Un consorcio tecnológico, se constituye cuando ocurre una asociación de entidades tecnológicas, incluidas universidades y empresas, para el emprendimiento conjunto de un proyecto de investigación que conlleva a la generación una innovación, sobre la base de esfuerzos complementarios de las entidades que lo componen, manteniendo sus capitales por separado.
En el ámbito de la agricultura, los consorcios agropecuarios se definen como iniciativas que generen o prevean la constitución de una nueva figura jurídica, cuya finalidad principal es la fortalecer la competitividad del sector agrícola, mediante la investigación aplicada y desarrollo, ejecutadas integralmente por asociaciones de empresas y organizaciones relevantes de las cadenas productivas y entidades tecnológicas o universidades con capacidades en la materia (CONICYT Chile, 2005).
Dentro de este contexto, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) de Venezuela, convocó a la comunidad científica y académica nacional e internacional, así como a las asociaciones de productores y empresas privadas, a la presentación de propuestas de investigación innovadoras, en distintas áreas de la ciencia y la tecnología vinculadas a la agricultura, la alimentación y los recursos naturales.
El objetivo de este trabajo, es presentar la experiencia de financiamiento de proyectos de investigación agrícola que ejecuta INIA, a través del Fondo de Consorcios de Innovación (FCI), creado con recursos que ascienden US$ 4 millones provenientes del préstamo (BID 1359/OC-VE) Programa de Tecnología Agropecuaria (PTA), suscrito entre el INIA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El FCI es una experiencia innovadora en Venezuela, que se orienta al financiamiento de investigación agrícola por demanda, generando un impacto en la sociedad, razón por la cual las propuestas cumplen las siguientes condiciones: 1) Ejecución en consorcio entre el INIA e instituciones públicas y privadas, 2) Propuestas que incluyan la generación de tecnologías apropiables, patentables o protegibles por la legislación vigente de propiedad intelectual, 3) Objetivos alineados con los del FCI (investigación por demanda de actores del agro) y 4) Generación de Tasa Interna de Retorno mayor al 12%.
Para cumplir con estas condiciones, se realizó una selección y priorización de los rubros o cadenas agroalimentarias y se determinaron los objetivos de investigación, con participación del entorno (prospección de la demanda), seguidamente se implementó un concurso en el cual las propuestas fueron sometidas a un proceso de evaluación que incluyó la evaluación y caracterización del los productos tecnológicos, la evaluación de impacto económico y ambiental y la evaluación técnica. El trabajo se centra fundamentalmente, en dos componentes: la descripción metodológica para la prospección de demandas, que tiene como fin definir los objetivos de investigación, y el proceso de evaluación de los proyectos y sus resultados.
En el área de la investigación agrícola venezolana, una experiencia de estas características era inédita, en consecuencia, el INIA procedió a elaborar la normativa correspondiente para su funcionamiento, en el marco de su sistema de planificación, utilizando su conocimiento en el manejo de convenios de investigación nacionales e internacionales. De esta manera, el hecho de administrar portafolios de proyectos en investigación agrícola por más de 40 años, fue considerada como una evidencia empírica del éxito institucional, tanto en la investigación pública, como en la construcción de una interfase público- privada, con beneficios potenciales claramente identificados a ambos lados de la interfase, los productores y empresarios agrícolas ganan y el sistema científico-tecnológico también gana, al instalar capacidades y acumular experiencias que pueden reducir la duración de los ciclos de innovación, lo que debe redundar en una tasa de retorno social más elevada, en comparación a la que podría obtener el INIA y los productores / empresarios agrícolas en forma independiente.
* INIA Investigador III en Gestión de la investigación e innovación.
** INIA Investigador I en Gestión de la investigación e innovación.
*** INIA Jefe de División Seguimiento y Evaluación, Gerencia de Investigación.
**** INIA Investigadora V, Gerente General.
***** INTA Argentina, Director del Instituto de Economía y Sociología.