José Luis Sampedro Hernández* y Alexandre O. Vera-Cruz**
RESUMEN Diferentes estudios sobre la Industria Maquiladora de Exportación (IME) permiten entender cómo, desde los inicios de operación en México, esta actividad se ha consolidado como generadora de empleos y divisas y base de las exportaciones no petroleras. Sin embargo, no reflexionan acerca de cómo las empresas maquiladoras contribuyen al desarrollo tecnológico nacional, si han generado algún tipo de derrama tecnológica o por el contrario sólo han generado empleos poco calificados. Recientemente, ha crecido el interés por estudiar con mayor nivel de profundidad la dinámica evolutiva de la IME, por ejemplo, la forma en que las empresas en esta industria desarrollan procesos de aprendizaje tecnológico y acumulan capacidades tecnológicas. En este trabajo se analiza el caso de la empresa Thomson-Multimedia de Ciudad Juárez, cuya acumulación de capacidades tecnológicas ha permitido escalar nuevos procesos y productos que, ayudado con procesos de aprendizaje interno, ha consolidado a la empresa con capacidades innovadoras intermedias en algunas funciones técnicas y de capacidades innovadoras avanzadas en otras. En este sentido, este estudio contribuye a entender la evolución de los procesos tecnológico y productivo de la IME, sobre todo del sector de electrónica de consumo en que se ubica. El argumento central de este trabajo es que, a lo largo del tiempo, las empresas maquiladoras establecidas en México han emprendido procesos de aprendizaje interno y como consecuencia muchas de ellas han acumulado importantes capacidades tecnológicas y han logrando escalar tecnológica y productivamente. |
ABSTRACT Different studies about the Exportation Maquiladora Industry (IME) allow to understand how, since its beginnings of operation in Mexico, this activity has consolidated itself as a employments and currency generator and a no oil exportations base. However, there isn’t any reflection about how maquiladoras companies contribute to the national technological development, if they have generated any kind of technological branch or by the contrary they have only generated low qualified employments. Recently, the interest by studying at a higher level of deep the evolutionary dynamic of IME has grown. E.g. the way companies in this industry develop technological learning processes and accumulate technological capabilities. In this work the ThompsonMultimedia Company from Juarez City case is analyzed, whose accumulation of technological capabilities has permitted to scale new processes and products that, with the help of internal learning process, has consolidated to the company with intermediate innovative capabilities in some technical functions and advanced innovative capabilities in others. In this way, this study contributes to understand IME evolution of productive and technological processes, specially in electronic consumption sector where it is located. The central argument of this work is that in the course of time, maquiladora companies established in Mexico have begun internal learning processes and as a consequence of that many of them have accumulated important technological capabilities and have achieved to scale technologically and productively. |
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La industria maquiladora de exportación (IME) mexicana ha sufrido constantes cambios en las últimas décadas. A pesar que es vista como una ‘industria’ intensiva en mano de obra con escasas inversiones en capital y tecnología y poco personal calificado, estudios recientes sugieren que esta industria ha evolucionado para integrar procesos productivos y uso de nuevas tecnologías, convirtiéndose así en una industria en la que se interrelacionan actividades económicas tradicionales y otras más modernas, así como sectores productivos con diferencias en la intensidad del uso de capital y mano de obra 2.
En la literatura tradicional que estudia la IME mexicana no se encuentra suficiente evidencia empírica o teórica sobre las características y formas de aprendizaje y construcción de capacidades tecnológicas en empresas ubicadas bajo este régimen. Es por ello que, el objetivo de este trabajo se inscribe en un esfuerzo por presentar evidencia empírica sobre los procesos de aprendizaje, la acumulación de capacidades tecnológicas y el escalamiento tecnológico-productivo que han tenido lugar en empresas maquiladoras. Para tal efecto, se realizó un estudio de caso de la empresa Thomson-Multimedia de Ciudad Juárez, México, ubicada en el sector de electrónica de consumo. Con base en la información recopilada se construyó una matriz y un índice que refleja la evolución de las capacidades tecnológicas de la empresa a lo largo del tiempo. La construcción de esta matriz partió del marco analítico de acumulación de capacidades tecnológicas en países en desarrollo propuesto por Bell y Pavitt (1995) y de las adaptaciones a dicho marco realizadas por Arifin y Figueiredo (2001), Figueiredo (2001) y Dutrénit, Vera-Cruz y Arias (2002).
La estructura de este trabajo es la siguiente: en la primera sección se revisan dos cuerpos de literatura que permiten elaborar un marco analítico apropiado para abordar los problemas de aprendizaje y acumulación de capacidades tecnológicas en países en desarrollo. En la segunda sección se describe la metodología utilizada. En la siguiente sección se describe brevemente el sector de electrónica de consumo a nivel global y su importancia en la IME. En la cuarta sección se analiza el escalamiento tecnológico y productivo en tres etapas de desarrollo y se presentan las funciones técnicas de la matriz de acumulación de capacidades tecnológicas de la empresa Thomson-Multimedia de Ciudad Juárez. En la quinta sección se analizan los procesos de aprendizaje mediante los cuales la empresa acumula capacidades tecnológicas y escala tecnológica y productivamente. Por último, se presentan las conclusiones.
La literatura que aborda los problemas de aprendizaje y acumulación de capacidades tecnológicas en países en desarrollo empezó a exponerse entre finales de la década de los setenta y principios de los ochenta. Dos estudios son pioneros. Entre 1975 y 1982, Jorge Katz (1986, 1987) hace una análisis comparativo a nivel de empresa de la industria metalmecánica de seis países en América Latina, mientras que Dahlman y Westphal (1982) estudian la adquisición de capacidades tecnológicas en cuatro países en desarrollo: India, Corea del Sur, Brasil y México. Ambos proyectos mostraron que muchas empresas de países en desarrollo habían experimentado importantes procesos de aprendizaje tecnológico mediante actividades como la asimilación de tecnología, adaptación de maquinaria y búsqueda de alternativas tecnológicas, procesos que les permitieron a través del tiempo adquirir capacidades tecnológicas (Vera-Cruz 2004).
Hobday (1995) analizó los procesos de aprendizaje y acumulación de capacidades tecnológicas de empresas ubicadas en cuatro NIE´s 3 (Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Singapur). El estudio captó que en éstos países las empresa locales, a través de las corporaciones transnacionales (TNC’s, por sus siglas en inglés) y de las relaciones establecidas entre ellas, asimilaron la tecnología, la adaptaron y la mejoraron en un periodo no mayor a 30 años.
En este modelo se analizan las etapas de desarrollo por las que pasaron las economías de industrialización reciente. El objeto de análisis fue la innovación en la empresa y se centró en la industria electrónica, donde la exportación de productos electrónicos tuvo un rápido crecimiento y un alto grado de cambio tecnológico.
El modelo se basa en el concepto de ‘empresa entrante tardía’, la cual es una categoría que se refiere a aquellas empresas que entraron a competir en el mercado internacional después de la Segunda Guerra Mundial. Esas empresas al entrar al mercado encuentran ya una división internacional del trabajo conformada por las grandes empresas transnacionales. De acuerdo a Hobday (1995:33-34), una ‘empresa entrante tardía’ se define como una empresa manufacturera que tiene dos desventajas competitivas respecto a su competencia en los mercados internacionales: una de carácter tecnológico, ya que está ‘desarticulada de las principales fuentes de tecnología e I+D’4; otra de mercado, pues está ‘desarticulada de los principales mercados internacionales a los que desea exportar’ 5 y se limita el aprovechamiento de las ventajas que ofrece la relación proveedor usuario para la innovación.
En el modelo de Hobday se identifican tres etapas de desarrollo tecnológico e industrial en las que se distinguen formas diferentes de aprendizaje y acumulación. La primera etapa es el sistema OEM (Original Equipment Manufacture), el cual es una forma específica de subcontratación que se desarrolló hacia afuera de las operaciones de las TNC’s y entre proveedores de las economías de industrialización reciente 6. Bajo este sistema el producto se realiza de acuerdo a las especificaciones de un comprador transnacional y con la marca de éste. El comprador transnacional introduce el producto al mercado a través de sus propios canales de distribución (Hobday, 2000:133). Esta primera etapa implicó, entre otras cosas: (i) que las empresas desarrollarán esfuerzos internos de aprendizaje a partir de las experiencias en la producción (aprendizaje en la producción), (ii) que hicieran importantes inversiones en ingeniería, (iii) de capacitación constante para tareas específicas, (iv) de desarrollar economías de escala para algunos productos y, (v) de los eslabonamientos hacia atrás y posteriormente hacía adelante 7 (Hobday, 2000 y 2001).
El sistema OEM fue superado por una segunda etapa de desarrollo industrial que permitió la realización de “manufacturas con diseño propio” denominada ODM (Own Design and Manufacture). Bajo este sistema, a principios de la década de los setenta, la empresa local realiza los diseños de productos necesarios para la producción de un bien de acuerdo a un diseño básico ofrecido por alguna TNC. El tipo de diseño en esta segunda fase fue básicamente de procesos orientado a facilitar y mejorar el proceso de manufactura y a realizar algunas mejoras increméntales en el producto derivado de inversiones realizadas en I+D.
Por último, el sistema OBM (Own-Brand Manufacture) inició en la década de los noventa y consiste en la manufactura de productos electrónicos realizada por alguna empresa ‘entrante tardía’ con su propia marca. En esta tercera etapa los productos son colocados en el mercado bajo sus propios canales de distribución. Esta ha sido una de las etapas que le ha permitido a las ‘empresas entrantes tardías’ romper las barreras del mercado para competir en los mercados internacionales y mover la frontera tecnológica.
Las etapas de desarrollo por las que pasaron las empresas entrantes tardías del Este y Sudeste de Asia tuvieron como proceso medular el aprendizaje tecnológico. Autores como Maxwell (1981), Bell (1984), Dodgson (1993), Bell y Pavitt (1995), Lall (1987, 2000), Dutrénit (2000), Vera-Cruz (2004) entre otros, tratan el concepto de aprendizaje desde la perspectiva de empresas que aprenden en un entorno desfavorable donde la tecnología no es desarrollada con facilidad, donde las instituciones y estructuras sociales difieren de las creadas en países desarrollados, entre otros aspectos. Pero, donde los procesos de aprendizaje permiten crear y acumular conocimiento y a lo largo del tiempo innovar.
En términos del modelo de acumulación de capacidades tecnológicas planteado por Hobday (1995:33), el aprendizaje tecnológico se define como un proceso por el cual los recursos para generar y administrar el cambio técnico son acumulables en la empresa, es dinámico, difícil y costoso, por ello requiere de esfuerzos sustanciales y deliberados, así como importantes inversiones. El progreso tecnológico se lleva a cabo a través de los procesos de aprendizaje. En este sentido, el aprendizaje habilita a las empresas a construir sus conocimientos sobre sus productos y procesos de manufactura y a desarrollar y mejorar las habilidades de su fuerza de trabajo. Sin embargo, es difícil de absorber, de medir con exactitud o de distinguirlo de otras actividades de manufactura (Hobday, 1995:33)
El proceso de construcción de capacidades tecnológicas en empresas entrantes tardías y en empresas ubicadas en países en desarrollo ha sido importante en las últimas dos décadas, esas capacidades se han logrado a través de procesos de aprendizaje. Lall (1992) propuso una taxonomía de capacidades tecnológicas basada en las funciones técnicas más importantes de la empresa. Posteriormente, en base a Lall (1992), Bell y Pavitt (1995) desarrollaron un marco analítico que permite construir una nueva taxonomía de capacidades tecnológicas. La importancia de la taxonomía es la distinción entre dos tipos de capacidades: capacidades rutinarias de producción y capacidades tecnológicas de innovación. La primera hace referencia a la producción de bienes industriales dado un nivel de eficiencia y dada la combinación de insumos, mientras que la segunda se refiere a los recursos necesarios para generar y administrar el cambio técnico, incluyendo las destrezas, conocimiento y experiencia, así como los vínculos entre las empresas y otras instituciones. Un nivel básico de capacidades innovadoras permite una contribución al cambio técnico relativamente menor e incremental, pero en los niveles intermedios y avanzados la contribución al cambio técnico es sustancial.
Partiendo del marco analítico propuesto por Bell y Pavitt (1995) y de la adaptación realizada por Arifin y Figueiredo (2001), Figueiredo (2001) y Dutrénit, Vera-Cruz y Arias (2003), se construyó la matriz y el índice de capacidades tecnológicas para la IME. Esta última matriz se define para las actividades que las TNC’s que operan bajo el régimen de IME en México, es decir muestra la acumulación local de capacidades tecnológicas de estas empresas en México, con independencia de las capacidades tecnológicas que tiene la empresa global.
La nueva matriz recoge la filosofía del marco analítico original pero, a partir de la evidencia sobre las características de los procesos de acumulación de capacidades tecnológicas en la IME, se adicionan funciones técnicas y se redefinen algunas de las actividades que corresponden a cada nivel de acumulación.
Siguiendo a Bell y Pavitt (1995), por filas, la matriz distingue las principales capacidades tecnológicas de acuerdo al grado de innovatividad, e incluye cuatro niveles de acumulación: un nivel de capacidades tecnológicas de producción rutinaria, y tres niveles de capacidades tecnológicas innovadoras básicas, intermedias y avanzadas. Por columnas, la matriz distingue las funciones técnicas, en las cuales las empresas pueden desarrollar capacidades tecnológicas. Hay tres grupos de funciones técnicas: (i) funciones de inversión que se refieren a la generación de cambio técnico y la administración de su implementación durante grandes proyectos de inversión; (ii) funciones de producción que se refieren a la generación y administración de cambio técnico en los procesos, la organización de la producción, y los productos; y (iii) funciones de soporte que consisten en el desarrollo de vínculos e interacciones necesarios para la actividad innovadora.
La matriz de capacidades tecnológicas de la IME tiene las siguientes particularidades:
La tabla 1 presenta la matriz de capacidades tecnológicas para la industria maquiladora de exportación. En cada etapa de acumulación de cada función técnica se listan las actividades más características de ese nivel, no obstante, en cada maquila la acumulación presenta ciertas particularidades, por lo cual una actividad que corresponde a un nivel puede presentarse en el anterior o posterior.